Amedy Coulibaly, autor del asesinato de cinco personas en los atentados terroristas perpetrados en Francia hace dos semanas, fue enterrado ayer de madrugada con sigilo en un cementerio de París, después de que Mali -el país de sus padres- se hubiera negado a acoger el cuerpo.
"Le Parisien" reveló que el cadáver de Coulibaly, que tenía 32 años, terminó finalmente en una tumba anónima del cementerio de Thiais, que pertenece al Ayuntamiento de la capital, aunque se encuentra fuera de la ciudad.
El sepelio se llevó a cabo "con el mayor secreto" a las 06.00 de la madrugada (05.00 GMT), mucho antes de que se hiciera de día, precisó el diario en su página de internet.
La familia de este hombre había pedido el martes el traslado de sus restos mortales a Mali, pero las autoridades de ese país se negaron, con el argumento de que no tenía su nacionalidad, puesto que era únicamente francés.
A partir de ahí, la cuestión era dónde sería enterrado en Francia, cuya legislación prevé que no se podrán negar los municipios donde se produce el fallecimiento (París), donde tenía su domicilio (Fontenay aux Roses) o donde la familia tenga un nicho o un panteón (no lo había en este caso).
Coulibaly mató a una policía municipal el 8 de enero y un día después asesinó a otras cuatro personas en el supermercado judío de París en el que secuestró a los clientes antes de ser abatido por la policía.
Los hermanos Said y Chérif Kouachi, los otros dos yihadistas que participaron en los ataques a principios de mes al asesinar a 12 personas durante el asalto a la sede del semanario satírico "Charlie Hebdo" y que murieron en un tiroteo con los gendarmes el mismo día 9, fueron enterrados discretamente la semana pasada en territorio francés.
Chérif recibió sepultura en Gennevilliers, a las afueras de París; y Said en Reims, en el norte de Francia, ambos igualmente en tumbas anónimas.