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Revista Adiós

La Junta de Andalucía anuncia que ha terminado el inventario de la gran colección arqueológica ‘donada’ por el ingeniero Ricardo Marsal

Publicado: domingo, 18 de enero de 2015


 
El Fondo Arqueológico Ricardo Marsal Monzón (FARMM), integrado por 108.670 piezas y 43.667 documentos asociados a esas piezas, ha sido inventariado y clasificado por técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) tras nueve años de trabajo.
Se trata de una de las mayores colecciones arqueológicas privadas que hayan sido donadas en España a la Administración para su uso científico, con piezas que van desde 3.000 años antes de Cristo hasta la dominación islámica de la Península.
Las piezas, según informa Alfredo Valenzuela en una nota de la agencia Efe, fueron propiedad del coleccionista, ya fallecido, Ricardo Marsal, quien, en abril de 2005, formalizó la donación a la Junta de Andalucía de su enorme colección, también integrada por piezas únicas y de gran valor, entre ellas esculturas romanas e iberas, monedas de oro y plata de la edad antigua, cerámicas griegas, fenicias y púnicas y una serie de sellos de ánforas romanas, entre otras.
Sin embargo, esa donación pudo ser más una ‘donación forzada’ por la Consejería de Cultura, después de que sus obras fueran requisadas en el año 2002 por agentes del Seprona, Servicio de protección de la Naturaleza, dependiente de la Guardia Civil.
El diario digital ‘Ciber Écija’ publicó en 2005 una información reproduciendo una nota de prensa de la propia consejería de cultura sobre este controvertido caso entre los arqueológico y lo judicial.
Ésta fue la información que, entonces, se publicó en el diario digital:
“La consejera de Cultura firma la orden por la que legaliza la valiosa colección de 108.000 piezas amasada por el ingeniero madrileño a base de reiteradas adquisiciones ilegales La Consejería de Cultura da por finiquitado el largo, tedioso y costoso caso Marsal con la firma, ayer, por parte de la consejera, Rosa Torres, de la orden por la que acepta el ofrecimiento efectuado por el ya retirado ingeniero de Caminos madrileño Ricardo Marsal Monzón ‘de la totalidad de su colección arqueológica, incluidos los documentos que guardan relación con este denominado Fondo Arqueológico Ricardo Marsal Monzón que servían para su estudio e inventario’, según reza en un comunicado remitido ayer por Cultura. No será, sin embargo, exactamente todo lo que pase a manos de la Junta, puesto que habrá una mínima parte, testimonial si se quiere, que le será devuelta: la correspondiente a las piezas que adquirió en subastas públicas, en su mayoría procedentes de fuera de España”.
El propio diario digital explicaba el acuerdo por el que el ingeniero Marsal pasaba de acusado de receptación de objetos expoliados a donante de la Junta de Andalucía.
La información seguía así:
“Como se recordará, la colección amasada por Marsal a partir de reiteradas y millonarias compras practicadas desde los años 70 en subastas y, sobre todo, a piteros y expoliadores, le fue requisada por el Seprona en febrero de 2002 a resultas de una investigación que comenzó el verano de aquel año y en la que la Benemérita halló indicios suficientes como para intervenir en dos de las fincas que Marsal posee entre los términos de Herrera y Écija. La operación, la más importante de este tipo efectuada en España hasta la fecha, supuso la incautación de 107.862 piezas arqueológicas que, en lo cronológico, abarcan desde el tercer milenio antes de Cristo hasta la Edad Media, siendo incalculable su valor crematístico.
La Junta, personada en el caso contra Marsal junto a otras administraciones, a quien se acusaba de un presunto delito de receptación de bienes patrimoniales de procedencia ilícita, anunció el pasado febrero un acuerdo con éste para abandonar la vía judicial a cambio de que el ingeniero donase la colección. Y así ha sido, aunque para poder cerrar el acuerdo la Junta haya debido claudicar en un aspecto especialmente sensible: el lavado público de la imagen de Marsal, una exigencia indispensable para poner fin al contencioso”.
Y la Junta cumplió con su compromiso porque nunca más se ha recordado el origen de la colección que ahora se ha terminado de inventariar y que es patrimonio de todos los españoles.
Tal y como describe la agencia Efe, la colección Marsal, a día de hoy, está compuesta por “108.670 piezas que han sido clasificadas en 2.864 conjuntos y equivalen a un total de 98.609 registros como fondos museográficos, a los que se suman 43.667 unidades documentales digitalizadas asociadas. De todo ese fondo han sido efectuadas 208.893 imágenes digitales de modo que, según han informado a Efe fuentes de la Consejería andaluza de Educación y Cultura, cada uno de esos registros lleva asociado, al menos, una imagen”.
El Fondo se encuentra depositado íntegramente en el Centro de Depósitos del Museo Arqueológico de Sevilla, en unas instalaciones expresamente concebidas y equipadas para albergar fondos arqueológicos en óptimas condiciones de conservación, seguridad y accesibilidad, según las fuentes.
La colección Marsal es una variada muestra de monedas, armas, esculturas, mosaicos, hebillas, ajuares domésticos y funerarios, vasijas y porcelanas. Su importancia también radica en su buen estado de conservación y la documentación asociada sobre su yacimiento.
Marsal, además, estuvo interesado en recoger, ordenar y conservar la información contextual de cada pieza que iba adquiriendo, si bien esta información se considera mermada por no proceder de excavaciones científicas.