Publicado: miércoles, 10 de diciembre de 2014
En 2013, coincidiendo con el cincuenta aniversario de la muerte de Kennedy, la agencia de noticias Associated Press (AP) publicó la historia de un experiodista de la agencia, Mike Cochran, que ayudó, como lo hicieron otros reporteros, a llevar el féretro de Oswald porque las autoridades se negaron.
El propio autor del artículo asegura que primero protesto:”vamos a tener que enterrar nosotros mismos a este hijo de puta", dijo. Pero fue el representante en el entierro del United Press International, Preston McGraw, el que dio el primer paso y decidieron hacerlo en una ceremonia breve.
Cochran también recordaba entonces que, entre los únicos lamentos de su mujer, el cura Louis Sanders zanjó el asunto: "No estamos aquí para juzgar, solo para enterrar a Lee Harvey Oswald".
Ahora, el magnicida sigue dando que hablar. Según ha publicado la prensa norteamericana, un juez federal debe decidir en pocas semanas quién es el legítimo propietario del ataúd en el que fue sepultado en 1963.
El asunto ha tenido transcendencia pública porque su hermano, Robert Oswald, reclama el ataúd que fue subastado por una funeraria en 2010.
El ataúd fue desenterrado y desocupado en octubre de 1981, después que la viuda de Oswald, Marina, solicitó la exhumación del cuerpo para comprobar una teoría de conspiración que aseveró que un agente ruso de apariencia similar a la de su esposo había sido sepultado en la tumba.
Asegura Univisión de Dallas que “el examen de los restos demostró que el cuerpo correspondía a Oswald y estos fueron devueltos a la tumba en el cementerio “Shannon Rose Hill Memorial Park” en Fort Worth dentro de un nuevo ataúd, dado que el féretro original fabricado en madera estaba muy dañado por el agua y la humedad para ser rehusado.
La funeraria Baumgardner, que se encargó de la exhumación, se quedó con el ataúd original y en 2010 lo vendió por más de 87 mil dólares en una subasta”.
El juicio comenzó el pasado lunes en Fort Worth y allí el abogado de la funeraria argumentó que Robert Oswald compró el ataúd para dárselo a su hermano esencialmente como un "regalo", y en realidad nunca lo poseyó. Y dice más, “en todo caso, quienes tendrían derecho a reclamar el ataúd serían la viuda y las hijas de Lee Harvey Oswald, quienes no lo están haciendo”.
Pero no para aquí la historia ya que la tumba de Lee Harvey Oswald resulta que es una atracción turística en toda regla. Se trata de una simple lápida con la inscripción -"Oswald"- Según publicó en su momento el diario USA Today, “el lugar en el que está enterrado fue uno de los atractivos turísticos de la zona cuando se celebraba el cincuenta aniversario de la muerte de Kennedy.