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Revista Adiós

La disputa por las cenizas de Leopoldo Panero y sus textos inéditos

Publicado: jueves, 13 de marzo de 2014

Jesús Pozo
 
Leopoldo María Panero debe estar escribiendo un nuevo texto a cuenta de la que se ha organizado en Canarias con sus cenizas. Y también con el curioso hallazgo de textos inéditos en una caja abandonada por él hace 16 años y que ha guardado alguien con, se supone, cariño por el poeta. Se lo debe estar pasando bien mirando de reojo a ver dónde acaban sus cenizas y sus escasas pertenenecias, en Canarias? en Astorga? en Madrid?. En fín, asi están las cosas se gún las van publicando los diarios de las Canarias.
El Hospital Doctor Negrín "custodiará las cenizas del recién fallecido escritor Leopoldo María Panero hasta que se persone un representante legal", según informó a este periódico un portavoz autorizado del centro hospitalario, al que pertenece el Hospital Juan Carlos I , donde  recibió tratamiento psiquiátrico desde 2006 y donde falleció el pasado día seis.
Según publica hoy mismo el diario “La Provincia”, y tras haber consultado con “varias fuentes jurídicas”, ante la falta de testamento del autor madrileño, los familiares más cercanos tendrían la potestad de decidir sobre el destino final de las cenizas. “En este caso, los allegados más próximos de Panero personados son sus dos primas-hermanas, Charo y Marisa Alonso Panero, residentes en Tenerife, cuya madre María Luisa era hermana del padre del Panero, el también poeta Leopoldo Panero. Tanto éste, como su esposa, la madre de Panero, Felicidad Blanc y Bergnes, como los hermanos del escritor, Juan Luis y José Moisés Santiago Panero, Michi, ya fallecieron. ‘Hay un vacío legal desde el punto de vista civil sin ninguna duda. Si son sus únicos parientes más cercanos, las primas están legitimadas completamente para solicitar la entrega de las cenizas’, señalaron dichas fuentes.
Por su parte, el diario “La Opinión” de Tenerife, publicaba en su edición de ayer que la familia tinerfeña del poeta había reclamado a la gerencia del Hospital Negrín, de Las Palmas de Gran Canaria, y a los responsables de la tutela sanitaria del escritor y poeta fallecido el pasado 6 de marzo, la entrega de la urna con sus cenizas para el traslado al panteón familiar en la localidad leonesa de Astorga. En el cementerio de esa localidad se encuentran los restos de su padre Leopoldo Panero, fallecido en 1962, y de su hermano José Moisés Santiago Panero, Michi, de quien se cumple el domingo 16 de marzo diez años de su muerte.
El resto de la información que ofrecía el diario La Opinión” de Tenerife era la siguiente:
“La postura de las primas hermanas es bien distinta a la que el pasado lunes defendía Antonio J. Huerga, del sello Huerga y Fierro Editores, a quien el poeta cedió sus derechos literarios y autorizó a "disponer libremente" de sus enseres "una vez haya muerto", según consta en un documento privado suscrito en junio de 2011 en Madrid. Si bien ambas partes no pretenden entablar pleito alguno sobre el legado de Panero, lo cierto es que desde la editorial madrileña se propugna otros destinos distintos para las cenizas, además de Astorga; y por parte de la familia, las primas hermanas, se insiste en que sOlo quieren retirar sus restos para celebrar una ceremonia en Astorga. Desde la editorial se apunta que no se descarta que otros familiares distintos a los que residen en Tenerife decidan ejercer sus derechos.
"Nosotros somos la familia de Leopoldo María", decía ayer Charo Alonso Panero. Junto a su hermana Marisa acudió el pasado viernes al velatorio e incineración del poeta en un tanatorio de la capital grancanaria. Ambas son primas hermanas de Leopoldo María Panero. La madre era hermana del también poeta Leopoldo Panero, padre del autor de El último hombre. "La familia directa, sus cinco primos hermanos, solamente queremos que las cenizas de Leopoldo María Panero descansen al lado de su padre y su hermano Michi en el panteón familiar en Astorga, y que se haga en un acto familiar y privado, simplemente eso, y no queremos ni derechos de autor, ni dinero, ni libros, ni nada", reiteró ayer Charo Alonso Panero.
Las dos hermanas solicitaron la urna con las cenizas al igual que las pertenencias de Leopoldo María que tenía en su habitación en el Hospital Juan Carlos I, centro sanitario en el que ingresó en 2006 tras haber permanecido en el antiguo Psiquiátrico desde octubre de 1997. La negativa fue la respuesta a ambas peticiones. "Todo es muy sórdido y muy triste, y son muchos los que quieren especular con las cenizas", lamentaba ayer Alonso Panero desde su residencia en Tenerife. La razón no es otra, según se desprende de su relato, que las autoridades sanitarias no reconocen el parentesco hacia el fallecido escritor, toda vez que éste insistió en reiteradas ocasiones y en los casi 17 años que permaneció en Gran Canaria, que no tenía familia alguna que se interesara por él, sobre todo tras la muerte de sus dos hermanos”.
 
Más textos
 
Mientras tanto, “Canarias 7”, otro diario de las islas Canarias publicaba uno de sus últimos textos inéditos encontrados en una caja abandonada en la última casa que habitó antes de ingresar en el hospital.
El poema está mecanografiado sobre una cuartilla con el membrete del centro psiquiátrico Hermanos San Juan de Dios de Mondragón (Guipúzcoa), una de las instituciones sanitarias por las que pasó el poeta a lo largo de su vida, y consta de doce versos:
 
 "Un ciervo herido es el que más salta
lo oí decir a un antiguo cazador
no es sino por el éxtasis de la muerte
que actúa el freno".
"La piedra golpeada brota en manantial
el acero pisoteado se comba
una mejilla está siempre más roja
justo donde más pica"
"La alegría es el caballero de las angustias
en ella resguarda su brazo
para que nadie pueda ver la sangre
y gritar: 'Estás herido'."
 
"Canarias7" publicó ayer los poemas, textos en prosa y cartas que Panero entregó en una caja a un vecino de la ciudad, junto a libros de otros autores dedicados a él y algunas fotografías.
El editor del poeta, Antonio J. Huerga, ha confirmado al periódico que esa composición no figura en ninguno de los textos publicados de Leopoldo María Panero, como tampoco lo están otros de los escritos guardados en esa caja abandonada.
Entre ellos, aparecen otros dos poemas firmados junto con José Luis Pasarín Aristi y Mariano Íñigo en el bar Noski de Arrasate (Guipúzcoa) "un 14 de febrero cualquiera":
 
Las linternas de la luna
 
"Tus ojos tienen la sed de los presos
y el amor de las salvas,
y caigo bajo la luna
que dibuja sola mi figura
en la celda del condenado a muerte
en la celda de la nada
donde los cuernos de un ciervo embisten a la razón."
"¿Qué hay en este bosque
además del esperma amarillo de los sauces?
La risa atormentada de los labios de una ninfa."
 
El beso de los ahogados
 
"Toco húmeda la vagina
en donde nadie me espera
oí tu voz una noche
en la cual los gatos hacían un collar de pétalos azules.
Luego había unas florecillas que olían a mierda
y una muchacha se recreaba
mirando el culo de una libélula,
era un 14 de febrero en Arrasate
mientras me mirabas el alfabeto
y el futuro yacía a los pies del desastre."
 
Esas composiciones han salido ahora a la luz con el consentimiento de su dueño, que ha querido permanecer en el anonimato, después de estar durante años guardadas en una caja con varias posesiones que Panero le dejó en una vivienda donde residió a su llegada a Las Palmas de Gran Canaria, hace 16 años, antes de ingresar en el hospital donde falleció finalmente.
En la misma caja se han encontrado unas rimas de autoría desconocida, ya que no están firmadas y podrían ser de algunos de los muchos amigos que le enviaban sus obras para que les diera su opinión, cartas de distintas personas -entre ellas una del músico Luis Auserón, del emblemático grupo Radio Futura-, y otros textos.
“Canarias 7” que ha dado a conocer esos texto destaca la presencia de uno titulado "Técnica del golpe de estado o acerca del misterio de la muerte", en el que habla del 23-F.
"Este golpe de estado era por lo que a mí concierne esquizofrénico, una parte de mí mismo lo deseaba, como es natural", señalaba en ese escrito, entre otras cosas, Panero.