martes, 27 de mayo de 2025
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Revista Adiós

Una asesora del alcalde de Fez dice que “los españoles puede venir a desenterrar a Boabdil cuando quieran”

Publicado: domingo, 09 de febrero de 2014


Fotografía realizada por Hamza Kettani, de la Asociación Memoria de los Andalusíes el martes pasado en el supuesto mausoleo de Boabdil (abajo) en Fez.



Jesús Pozo
La agencia Efe ha vuelto a poner de actualidad esta semana el asunto de la supuesta tumba de Boabdil, el último rey de la dinastía nazarí de Granada; el documental que Javier Balaguer quiere realizar sobre el llamado “rey Chico” y la identificación de restos que, al parecer, las autoridades marroquíes no han permitido que se realice en la supuesta tumba.
La situación ahora es bastante peor que cuando en marzo de 2013 los medios de comunicación se hicieran eco del intento del cineasta por confirmar que los restos del mausoleo de Fez son los de Boabdil para lo que, incluso, se llevó hasta la ciudad marroquí al forense Francisco Echebarría.
La última denuncia, de este mismo martes, que ha reavivado el caso ha sido de la Asociación Memoria de los Andalusíes. Asegura que “el mausoleo se encuentra cubierto por heces y orinas, botellas rotas de vidrio y desechos de todo tipo, el lugar se ha convertido en refugio de borrachos y mendigos”, tal y como muestra la fotografía que ha cedido a Efe Hamza Kettani, miembro de la citada asociación.
La información que aporta esta semana Javier Otazu y que ha distribuido la agencia Efe es importante porque, al parecer, desbloquea la situación del estudio de los restos y las comparativas de ADN. Kenza al Ghali, asesora del alcalde de Fez, aseguró al periodista Javier Otazu que las trabas burocráticas han desaparecido "y los españoles pueden venir en cuanto quieran" a desenterrar a Boabdil. ¿Y por qué no lo hacen los marroquíes? Al Ghali responde que en Marruecos "desgraciadamente no hay dinero para esos proyectos. ¿Quién podría asumir ese proyecto? No hay presupuesto ni voluntad", asegura Otazu.
 En realidad, no hay certeza absoluta de que Boabdil se encuentre allí: sería necesario realizar una excavación para extraer restos de ADN de un cadáver ya localizado y cotejarlo con los restos de alguno de los familiares consanguíneos de Boabdil.
Las únicas referencias históricas sobre la tumba de Boabdil las aportó el historiador árabe Al Maqarri, que decía haber conocido a los nietos de Boabdil. Este reveló que el rey granadino había sido enterrado en una “musalla” (ermita) cercana a la Puerta de la Justicia de la medina de Fez, una de las más imponentes de la ciudad antigua. La puerta es la que ahora se llama se llama “Puerta del Quemado” y allí sigue la ermita llena de basura y en medio de un descampado.
Cuando Balaguer estuvo el pasado año intentando localizar a Boabdil se llevó hasta allí al geofísico Luis Avial, quien realizó una prospección del terreno con georradar y entonces aseguró que bajo la cúpula había restos humanos de al menos dos esqueletos, más dos lápidas. Entonces se aseguró en la Prensa que “las dos lápidas parecen ser un buen indicio, pues los sultanes y solían ser enterrados junto a algún santón, y esa ermita es conocida en el barrio como «la tumba de (el santo) Sidi Bel Kasem”.
 
Descendientes de Boabdil
 
El pasado marzo, cuando el equipo español de Javier Balaguer llegó a Fez recibieron todo el apoyo de las autoridades municipales e incluso, se presentó el proyecto a bombo y platillo como uno de los mejores ejemplos de cooperación transfronteriza y encarnación de la hermandad entre España y Marruecos.
“Sin embargo –cuenta Javier Otazu- a la hora de clavar una pica en el mausoleo, así fuera un simple clavo, el equipo se topó con que el lugar dependía también en parte del ministerio de Asuntos Islámicos (por ser una tumba) y del de Cultura (por ser una tumba histórica), y comenzó entonces una guerra de competencias. Desanimados, los españoles aparcaron momentáneamente el proyecto en espera de mejores días, sin por ello abandonar sus planes. Balaguer comentó que regresó en una ocasión más a Fez para constatar que las cosas seguían igual”.
Como ya hemos dicho más arriba, la situación se reavivó el pasado martes por una excursión organizada por la Asociación Memoria de los Andalusíes  que, entre otros lugares, pasaba por la supuesta tumba de Boabdil. Hamza Kettani, miembro de la asociación realizó y facilitó la fotografía que denuncia el estado actual del mausoleo, a pesar de que la policía intentó evitar que se tomaran las imágenes.
Otra importante repercusión que tendría confirmar que los restos del mausoleo de Fez son los de Boabdil, es que se podría cotejar su ADN con los de un hombre aún vivo y residente en México que asegura poder demostrar que pertenece al linaje de Boabdil.
Este hombre asegura ser descendiente directo de la hermana de Boabdil que permaneció en España cristianizada con el nombre de Isabela y a la que, algunas fuentes, atribuyen un hizo con Fernando, el rey católico.
Por otra parte, hace escaso tiempo una persona originaria de Tlemcen (Argelia) se puso en contacto con el que escribe esta información, director de la Revista Adiós Cultural, asegurando ser descendiente de Boabdil. En su comunicación decía que en el museo de esa ciudad argelina existieron epitafios relativos al rey granadino pero que hace mucho tiempo que han desaparecido.