Publicado: jueves, 06 de febrero de 2014
La Junta de Andalucía ha garantizado la conservación del espacio arqueológico de los Mondragones de Granada, que se convertirá en un museo de mil metros cuadrados independizado de los aparcamientos cuyas obras dejaron al descubierto restos de una almazara romana del siglo I y de un edificio de planta visigoda.
El espacio fue visitado el pasado martes por la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Ana Gámez, que ha incidido en que la prioridad ha sido conservar en perfecto estado los restos arqueológicos, para lo que se ha seguido un proceso "racional y riguroso en todo momento".
Según ha explicado, tras el hallazgo se cubrió el espacio con estructuras para proteger el yacimiento y se procedió, bajo la supervisión de los técnicos de Cultura, a la limpieza y restauración de la zona y a la reordenación urbanística del entorno.
La delegada asegura que desde el punto de vista de la investigación se han cumplido los objetivos planteados y se han documentado de forma exhaustiva los restos encontrados y sus secuencias cronológicas. En la actualidad se continúa excavando en el recinto de la alcazaba, donde se han hallado estructuras que permitirán exhibir al público muros que alcanzan hasta los dos metros de altura.
La delegada ha incidido en que la protección de los restos está garantizada por la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, y que el yacimiento está inscrito en el programa "Mosaico" de gestión integral del Patrimonio Histórico.
Los mosaicos y otras piezas extraídas de los yacimientos se hallan en proceso de restauración para su posterior exhibición. Por otra parte, la conservación de las piezas de cerámica y de las tumbas extraídas con vistas a su exhibición en el futuro museo se realizará en colaboración con el Consorcio Escuela Centro Albayzín, bajo la supervisión de restauradores y arqueólogos.
La Junta prepara ya el museo en el que se conservará el entorno de la almazara y mostrará los mosaicos extraídos de la domus romana, así como distintos enterramientos romanos y visigodos.
Estas tumbas, algunas cubiertas de tégulas, otras de ladrillo, están acompañadas de diferentes ajuares funerarios en los que se han encontrado cerámicas y monedas.
El yacimiento incluía además los restos de una edificación visigoda que se corresponden a la cimentación de un mausoleo o edificio religioso de planta basilical. Los restos excavados fueron extraídos de su ubicación original atendiendo a los requerimientos de los técnicos, que según la delegada desaconsejaron su exhibición dentro del aparcamiento y propusieron una reubicación en el entorno cercano. Fue el año pasado, durante las obras de construcción de un aparcamiento, cuando quedó al descubierto este hallazgo arqueológico compuesto por restos que abarcan desde el siglo I al VI.
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