Publicado: sábado, 28 de diciembre de 2013
Tumba del arzobispo don Lope Fernández de Luna (siglo XIV).
La cripta gótica de la parroquia de la catedral de la Seo de Zaragoza hallada este año en la antigua carbonera se abrió al público, por primera vez, el pasado 21 de diciembre. No obstante, continúa la investigación para dilucidar si realmente albergó la tumba del arzobispo don Lope Fernández de Luna (siglo XIV).
El hallazgo de este "espacio emblemático" fue posible gracias a la persistencia del actual párroco, Gregorio Forniés, empeñado en restaurar una capilla "abandonada" y "olvidada", explicó en una rueda de prensa para informar sobre la restauración iniciada hace dos años. Fue entonces, cuando al terminar de quitar todo el carbón del habitáculo, quedó al descubierto un espacio que podría haber albergado la tumba de uno del que fuera arzobispo de la ciudad, entre 1352 y 1382.
Sin embargo, a fecha de hoy, esto es todavía una incógnita que habrá que confirmar, pero surgida de muestras que han levantado la sospecha, tanto del párroco como del director científico del museo diocesano de Zaragoza, Domingo Buesa, así como de historiadores de la Universidad de Zaragoza.
Por ejemplo, según el párroco, llama la atención que el conjunto de esculturas, que representan a las personalidades que asistieron al entierro del arzobispo y que rodean el féretro, no son homogéneas.
De hecho, a un lado de la escultura del arzobispo de Huesca, que se sitúa en el centro del coro, hay siete figuras, mientras que, al otro lado, hay sólo seis, y, encima de todas ellas, se coloca una última. "No parece lógico, sino algo postizo. Seguramente no cupieran bien, al ponerlas ahí", ha señalado el párroco, lo que hace pensar que el lugar dónde está situada ahora la tumba -en la capilla y no en la cripta- no fuera el original.
Seguramente esta escultura funeraria se situara en la cripta gótica, construida al mismo tiempo que el resto de la capilla (siglo XIV), con una ventana para que los ciudadanos la pudieran observar desde la calle. De hecho, la cripta, a la que se accede por unas escaleras y bajo una bóveda de ladrillo, cuenta con un pequeño acceso que da a la calle, ha explicado el historiador Carlos Millán, gerente de Gozarte, empresa que organiza las visitas. "No podía ser que se hiciera una tumba de estas características y no se viera", ha señalado Millán.
Se trata de una "joya artística", de la categoría de la tumba del duque de Borgoña, "Felipe el atrevido", referente en la escultura funeraria de la Edad Media, ha precisado. En el interior de la cripta, donde aparecieron restos de esculturas que están siendo examinadas por el cabildo, se encuentra una hornacina en una de las paredes que podría haber albergado los restos óseos del arzobispo, junto al monumento funerario.
La altura del techo actual de la cripta fue también "con toda seguridad" superior a la actual, como demuestra el "nervio del arco" que todavía se conserva, ha detallado Millán, quien ha añadido que el suelo de capilla fue también más elevado.
Este "nuevo espacio emblemático", que sirve de "antídoto" a los zaragozanos contra el "escepticismo" que sienten, por lo general, hacia su ciudad, podrá ser visitado, a partir de este sábado.
Las visitas que, además de la cripta gótica, incluirán también la capilla de la parroquieta y el palacio arzobispal, se realizarán todos los sábados, a las 18.30 horas, por un precio de 10 euros y con tarifas inferiores para jubilados y parados. La visita gira alrededor del personaje de López Fernández de Luna. Se comienza visitando cómo fue su vida en el Palacio Arzobispal, mostrando las salas mudéjares, que fueron pagadas por él. Y se finalizará viendo la Parroquieta, siguiendo así el curso de la vida de este arzobispo.
GozARTE y la Diócesis de Zaragoza organizan también este fin de semana una cena en el Palacio Arzobispal en la que se explicará el origen de las tradiciones que acompañan a estas fechas. Será el sábado 21 a las 21:30 horas.
+ Información para visitas
www.Gozarte.net