Publicado: jueves, 29 de febrero de 2024
Un equipo de investigación liderado por la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural ha hallado restos funerarios de la nobleza catalana de los siglos XIII y XIV en el Real Monasterio de Santes Creus durante las obras de restauración del monumento, han anunciado este lunes el Departamento de Cultura y la Fundación "la Caixa". "Este descubrimiento ha hecho caer el mito de que la mayor parte de los sarcófagos fueron profanados durante la época en la que el monasterio fue abandonado", ha explicado la directora adjunta de la Fundación "la Caixa", entidad que financia parcialmente la restauración de la abadía cisterciense, Elisa Durán.
Los restos se localizaron el pasado mes de octubre en el interior de los sarcófagos de la galería norte del claustro, conservados gracias a las características de los sepulcros y a las condiciones climáticas del lugar, que se convirtió en panteón de la realeza catalana a raíz de la decisión de los reyes Jaime II de Aragón y Blanca de Anjou. "El objetivo principal del desmontaje de los sarcófagos era conservar las piedras, no contemplábamos que pondríamos a la vista tantos restos como los que salieron", ha asegurado el restaurador del proyecto, Javier Chillida.
El conjunto se ha encontrado en seis sarcófagos que hay en el recinto y corresponde, según la heráldica que aparece en la decoración frontal y sus cubiertas, a las familias Cervelló, Cervera, Queralt, Puigvert y Montcada. Según la directora del Área de Monumentos y Yacimientos de la Agencia Catalana del Patrimonio Cultural, Carme Bergés, estas familias habrían tenido interés en enterrarse en Santes Creus para "vincularse de manera directa" al panteón real y "consolidar su posición social". "En el fondo, la gran pregunta es saber quiénes eran y poder hacer un perfil biográfico y biológico de las personas enterradas", ha asegurado la arqueoantropóloga Tona Majó, motivo por el cual se creado un grupo pluridisciplinar para estudiar la identidad de los nobles y ciertos aspectos de su vida cotidiana. A excepción del sepulcro más moderno, cuyos restos se encontraban removidos, el resto de los sarcófagos no se habían abierto desde la última vez que se depositaron difuntos en ellos y, por lo tanto, se conservaban intactos, lo que ha permitido extraer muestras textiles, de tejidos humanos y de restos óseos.
"El conjunto abre inmensas posibilidades de estudio a nivel arqueológico y antropológico, y permitirá responder preguntas sobre las condiciones de vida y de trabajo, la alimentación, las enfermedades o el parentesco entre miembros", ha añadido Carme Bergés. Majó también ha destacado el interés que tiene el hallazgo para el estudio de las tradiciones funerarias, ya que cada uno presenta un modo de entierro distinto: "en algunos depósitos sólo hay un individuo, en otros hay cal añadida, y nos han sorprendido los dos ataúdes de niños pequeños".
Todos los miembros del equipo de investigación han coincidido en calificar el encuentro de "excepcional" ya que, en palabras del arqueólogo Josep Maria Vila, "no hay otros lugares donde se haya conservado de esta manera un conjunto como el nuestro porque la mayor parte han estado expoliados", algo que supone que en este caso no pasó por "la dificultad física que requería abrirlos". En este sentido, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, ha señalado que el patrimonio "siempre está vivo" y lo ha comparado con una "caja de sorpresas", por lo que ha asegurado que las instituciones "deben estar siempre alerta" para "acercar la ciencia y el conocimiento a la sociedad". De momento, sólo se han abierto seis de los veinte sarcófagos del recinto, pero Vila ya ha avanzado que han podido comprobar que también hay restos humanos en los demás sepulcros y que tienen la intención de abrirlos en el futuro.
Restauración del Monasterio de Santes Creus
El descubrimiento se ha producido durante las actuaciones para restaurar el Monasterio de Santes Creus, una intervención que tiene el objetivo de resolver las patologías del claustro y asegurar la conservación del conjunto mediante la impermeabilización de las cubiertas y la mejora de los sistemas de drenaje del agua.
La operación tiene un coste de 3.665.543 euros, de los cuales el Departamento de Cultura financia 2.165.543, y la Fundación "la Caixa", 1.500.000 euros en el marco del programa 'Tiempo de Gótico', lo que la convierte, según Garriga, en "el proyecto de rehabilitación más ambicioso y con más presupuesto del programa". El arquitecto encargado del proyecto, Xavier Fabré, ha explicado que, pese a que este encuentro no estuviese previsto, las reformas siguen sobre el calendario previsto y que tienen la intención de acabar el verano que viene.
Fotografía web Fundación La Caixa.
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