Publicado: jueves, 09 de febrero de 2023
El año pasado, 464 personas fallecieron o desaparecieron en la ruta de emigración marítima desde Argelia hacia el levante peninsular y Baleares, lo que representa una media de casi 9 víctimas cada semana, según los datos de la organización Ca-minando Fronteras.
"La mayor indefensión se da en el camino hacia las Islas Baleares, donde (...) raramente se activan los medios necesarios, entre ellos los aéreos, para abordar alertas en la zona", destaca la ONG en el informe sobre la ruta argelina presentado este martes en Palma.
La portavoz de Ca-minando Fronteras, Helena Maleno, ha explicado en rueda de prensa que "la ruta argelina es la segunda más mortífera del Estado español (por detrás de la canaria), pero es la más invisibilizada".
En los últimos cinco años, al menos 1.562 personas han fallecido o desaparecido tratando de alcanzar las costas de Almería, Murcia, Alicante, las Pitiusas y Mallorca. Las llegadas a Menorca han sido muy minoritarias.
De acuerdo con la información recopilada para la elaboración del informe de organismos oficiales, entidades sociales y testigos de España y Argelia, los puertos de partida con destino a Baleares están localizados en la mitad oriental de la costa argelina: Tipaza, Argel, Dellys, Bugía y Jijel. Más cortas son las rutas hacia el levante español: de Aïn Témouchent y Orán hasta Almería; de Mostaganem a las costas murcianas; y de Chlef, Cherchell y Tipaza hacia Alicante.
"La gente está corriendo mayores riesgos (...), por eso la ruta balear ha tenido un aumento", ha subrayado Maleno respecto a los aproximadamente 350 kilómetros de distancia desde Argelia hasta el archipiélago.
El perfil básico de estos migrantes es el de hombres argelinos de menos de 30 años que persiguen salir de situaciones de pobreza y falta de expectativas usando España como escala hacia otros países europeos.
No obstante, ha crecido el número de inmigrantes originarios de Siria, Yemen, Palestina, Marruecos, Guinea, Mali, Burkina Faso y Camerún, e igualmente se ha incrementado la presencia en las pateras de mujeres, muchas de ellas víctimas de violencia y, por tanto, susceptibles de solicitar protección o asilo, situación que también se da con algunos de los hombres.
Maleno ha denunciado que "la ruta está estigmatizada" porque se difunde información que identifica a los emigrantes de Argelia con la delincuencia y las mafias del tráfico de personas. "Esto no es verdad", ha negado la activista, que ha indicado que los casos de "taxis patera" han sido muy puntuales y exclusivos de las rutas cortas, mientras que la mayoría de los viajes son organizados por los propios jóvenes en pequeñas barcas sin medidas de seguridad.
Por parte de las instituciones españolas, "los protocolos de Salvamento Marítimo en esta ruta no están claros y son bastante arbitrarios", indica el informe, que asegura que las carencias son más acentuadas en Baleares.
"En todas las rutas del Estado se ha optado en los últimos años por búsquedas pasivas", ha recalcado Maleno, quien ha apuntado la falta de avión de búsqueda en Baleares y se ha preguntado si cabría esperar que se actuara ante el naufragio de un barco "con americanos" como se hace cuando se recibe el aviso de la desaparición de una patera que se dirigía a las islas.
Según la portavoz de Ca-minando Fronteras, en este contexto se produce la acumulación en morgues y cementerios de las islas de cuerpos sin identificar de migrantes fallecidos en el mar, mientras que familias de desaparecidos se organizan en Argelia e incluso viajan a España para tratar de obtener información sobre su paradero, pero no encuentran respuesta.
Ante ello, muchas familias están siendo víctimas de estafadores, radicados tanto en Argelia como en España, que les piden dinero para hacer gestiones de búsqueda y les llegan a engañar con mentiras como que sus desaparecidos están en cárceles secretas españolas.
Maleno ha reclamado que se establezcan los medios que permitan conectar la información que aportan las familias de desaparecidos con los datos recopilados por los forenses y la administración judicial española respecto a cadáveres hallados en el mar.
En la fotografía de Jesús Pozo, restos de una patera incendiada al desembarcar en una playa del Cabo de Gata (Almería).