Los restos de Miguel Joaquín Eleicegui, conocido como el "gigante de Altzo", han vuelto a su localidad natal desde los laboratorios de la sociedad de ciencias Aranzadi en San Sebastián, donde han estado guardados desde que fueron descubiertos en agosto de 2020.

Ocho personas, entre ellas voluntarios de Aranzadi y familiares de Miguel Joaquín Eleicegui, enterraron el pasado día 3 de julio en un acto oficiado por el Ayuntamiento de Altzo (Gipuzkoa) en la estricta intimidad la caja de madera que contenía los huesos en el cementerio de la pequeña localidad guipuzcoana.

El descubrimiento de los restos en el osario del camposanto de Altzo el 17 de agosto de 2020 por un equipo liderado por el forense Paco Etxeberria puso fin a la leyenda que apuntaba a que unos extranjeros habían acudido al pueblo a interesarse por el cadáver del "gigante" tras su fallecimiento en 1861 y podrían haberlo robado.

El hallazgo de la Sociedad Aranzadi demostró que en realidad el cuerpo de Eleicegui nunca había salido de Altzo y corroboró que este hombre, que medía de 2.40 metros de altura, padecía además de gigantismo osteoporosis y artrosis severa.

La historia de Miguel Joaquín Eleicegui (1818-1861) quedó inmortalizada en "Handia", de los directores Jon Garaño Y Aitor Arregi, una película que obtuvo diez premios Goya en 2018.

Fotografía. Sociedad Aranzadi

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