Publicado: domingo, 21 de julio de 2013
En la fotografía de Ali Ali para Efe se aprecia a los niños jugando entre las tumbas.
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La familia palestina de Abu Jaber, de 54 años, se reúnen entre las tumbas del cementerio musulmán Almaamadani. La fotografía es del pasado lunes, 15 de julio de 2013, luego de romper el ayuno durante la celebración del mes del Ramadán en Azkola, Franja de Gaza. La familia, conformada por dos hombres, dos mujeres y cinco niños, vive en el cementerio en condiciones de pobreza. Además de algunos pequeños ingresos por trabajos temporales, esta familia depende de la asistencia del Departamento de Asuntos Civiles de Gaza. En las fotografías firmadas por Ali Ali y distribuidas por la agencia Efe también se pueden apreciar detalles como el uso de las tumbas como camas o como lugar de juego de los niños de la familia.
Los cementerios han tenido un importante protagonismo en la franja de Gaza y, especialmente, en el conflicto con Israel. Baste recordar por ejemplo, el bombardeo del 14 de enero de 2009 durante el que la artillería israelí destrozó cadáveres recién enterrados en un cementerio como en el que ahora vive la familia de Abu Jaber.
La policía israelí dijo entonces que aquel ataque fue en respuesta a tres cohetes disparados desde el Líbano que cayeron cerca del pueblo de Kiryat Shemona sin causar bajas ni daños.
Precisamente ayer, 20 de julio, se supo que el Gobierno israelí confirmó que no ha aceptado negociar en base a las fronteras de 1967, mientras que varias facciones palestinas expresaron su rechazo a que se reanuden las conversaciones sin haber conseguido un claro compromiso israelí respecto a sus principales demandas.
El ministro israelí de Relaciones Internacionales y Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, aseguró que Israel liberará un número limitado de presos palestinos en virtud del acuerdo para reiniciar negociaciones alcanzado con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, pero rechazó que haya aceptado las fronteras de 1967 como base para negociar.
La principal demanda palestina y que obligó a Kerry a viajar ayer inesperadamente a Ramala para reunirse de nuevo con el presidente Mahmud Abás, era que Israel se comprometiese por escrito a aceptar las fronteras de 1967 como base para iniciar las conversaciones.