El Ayuntamiento de Cádiz ha iniciado los trabajos de exhumación en la fosa sur del cementerio de la ciudad, la última que queda por excavar en la tarea de encontrar a víctimas de la represión franquista, algunas de la provincia de Badajoz.
Según ha explicado el gobierno municipal en un comunicado, la fosa en el patio 1 sur se construyó en 1937, un año después de iniciarse la guerra civil española, y quedó colmatada en 1941.
La documentación histórica con la que cuenta la empresa CEMABASA, que gestiona este cementerio, revela que la primera víctima del franquismo enterrada allí fue Antonio Fuentes Torreño, un vecino de El Gastor, de cuyo ayuntamiento fue teniente de alcalde, condenado a muerte y enterrado el 21 de junio de 1938. Según esta documentación, el último enterrado allí fue Antonio Núñez Flores, de Grazalema, y entre uno y otro se tiene constancia de que en esta fosa fueron arrojados los restos de otras 64 personas, víctimas de la represión de los ganadores de la guerra.
Las labores de exhumación están financiadas por Cemabasa con una subvención de 18.000 euros, que la Federación Española de Municipios y Provincias otorgó al Ayuntamiento de Cádiz para este fin.
El objetivo es encontrar a vecinos de 36 localidades diferentes como Alcalá del Valle, Algar, El Bosque, La Línea, Prado del Rey, Setenil o Vejer, todos de la provincia de Cádiz, junto a otras localidades andaluzas como Arriate y Casares, en Málaga; Cumbres Mayores, en Huelva; Guadix, y Motril, en Granada; o Lucena, en Córdoba. También se espera hallar restos de personas de otras partes de España como Capellades (Barcelona), Ajofrín (Toledo), Villafranca de los Barros (Badajoz) e incluso de la ciudad marroquí de Casablanca.
Hasta el momento, en el cementerio gaditano se han localizado a 81 personas: 43 en medias sepulturas, 37 en el patio 1 de la fosa norte y una en las tareas de indagación de la fosa común sur. Con los trabajos en la fosa sur el Ayuntamiento aspira a terminar los trabajos memorialistas del camposanto gaditano.
Fusilados en Guadalajara en 1940
Por otro lado, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha iniciado los trabajos de exhumación en la fosa común número 4 del cementerio de Guadalajara para recuperar 26 cuerpos de fusilados en 1940 por la dictadura franquista.
Los trabajos arrancaron el pasado viernes y se estima que durarán entre 12 y 15 días según ha señalado a Efe Marco Antonio González, coordinador de los trabajos de exhumación en el que participan 12 personas y que se financia con fondos propios de la ARMH.
Este proyecto de intervención se realiza a petición de diez familias de varios de los 26 hombres fusilados por la dictadura franquista entre el 16 de marzo de 1940 y el 3 de mayo de 1940 e inhumados en la fosa Número 4 del Patio civil del Cementerio de Guadalajara. Sus familiares han presentado una reclamación a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), con el fin de conocer las circunstancias de la muerte, la localización y recuperación de sus restos.
Esta actuación continúa la labor realizada por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en 2016, con la excavación de la fosa 2 del patio 4 del antiguo Cementerio Civil de Guadalajara para la identificación del cuerpo de Timoteo Mendieta Alcalá y que continuó en 2017 con la fosa 1 y en 2020 en la fosa 3 del mismo patio 4. En este caso, la fosa que les ocupa es la contigua a las dos anteriores, es decir, la fosa 4 del patio 4 de dicho cementerio.
Libro de enterramientos del cementerio
Para las actuaciones, sobre los cuerpos y la disposición de estos, se basarán en el libro de enterramientos del cementerio.
Se realizará un sondeo arqueológico y excavación por medios mecánicos y manuales para proceder al estudio de los restos óseos que vayan apareciendo, al igual que se realizó en las fosas 1, 2 y 3.
La particularidad con respecto a las intervenciones pasadas es que, en esta ocasión, para facilitar el trabajo y garantizar la seguridad del equipo humano se plantea el uso de una máquina retroexcavadora de pequeñas dimensiones para ampliar el área de trabajo y poder asegurar la zona contra derrumbes con apuntalamientos de la zona.
A medida que cada uno de los cuerpos sea exhumado de manera individualizada, éstos serán introducidos en cajas de cartón para su traslado al laboratorio de campo y serán trasladados a un laboratorio que cumpla con esas necesidades, o en última instancia, al laboratorio que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene en el Campus de Ponferrada de la Universidad de León para su identificación, según señala la ARMH en su memoria sobre esta actuación. Una vez finalizados los procesos científicos, se llevará a cabo la devolución de estos restos a las familias peticionarias de esta intervención, para su inhumación en el lugar que ellos decidan.