Un total de 49 personas murieron ahogadas en espacios acuáticos de España durante el pasado mes de julio, lo que suma el 35 por ciento de los 140 fallecidos en todo 2021 y deja la cifra de ahogamientos de estos primeros siete meses del año como la menor desde 2015, momento en el comenzó el recuento.
Así lo refleja el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que actualiza la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, que subraya que casi la mitad de las muertes en julio (23) se produjeron en Cataluña (diez), Andalucía (siete) y Baleares (seis).
El informe detalla que el número total de ahogados hasta julio es el menor desde 2015, año en el que se inició la serie histórica, con un registro inferior a los 186 casos mortales de 2018 y los 191 de 2020, tras el inicio de la pandemia.
Sobre la tipología de los ahogamientos destaca que en lo que va de año el 94 por ciento de los fallecimientos tuvieron lugar en zonas sin vigilancia. En julio 44 de los 49 fallecidos perdieron la vida en un lugar en el que no existía servicio de socorrista.
Precisamente la Federación advirtió hace un mes del peligro de bañarse en zonas no habituales y no vigiladas tras detectar una tendencia de los ciudadanos a ir a estos lugares para evitar aglomeraciones o restricciones relacionadas con la pandemia.
El perfil de los fallecidos por ahogamiento en el mes de julio coincide con el del resto del año y es el de un hombre (80 %), mayor de 65 años (40,8 %), español (33 %), que pierde la vida en una playa (49 %) y se encuentra en un espacio no vigilado (90 %).
 
236.000 personas mueren ahogadas anualmente en el mundo, según la OMS
 
Unas 236.000 personas mueren ahogadas cada año y más de la mitad de estos decesos corresponden a gente joven (menos de treinta años) y niños en particular, dijo el 23 de julio la Organización Mundial de la Salud (OMS), al presentar datos sobre esta problemática de cara al primer Día Internacional de Prevención del Ahogamiento.
La fecha elegida es el 25 de julio, que coincide con el periodo estival y vacacional en el hemisferio norte, donde millones de familias acuden a piscinas, lagos, ríos y playas para buscar frescor, pero que también pueden convertirse en lugares riesgosos sobre todo para los niños más pequeños.
Según los datos de la OMS, actualizados a 2019, los niños menores de cinco años son los más propensos a ahogarse y no solo en las playas, sino también de manera accidental en pozos o lugares de almacenamiento de agua.
En la última década, 2,5 millones de personas se han ahogado en el mundo y las víctimas provienen principalmente de estamentos pobres y marginados. Se trata de poblaciones que carecen de recursos para adaptarse a los riesgos relacionados con el agua que los rodean.
La tasas de muertes por ahogamiento es tres veces más alta en los países pobres que en los ricos, indicó el doctor David Meddings, especialista de la OMS en esta materia.
Estas cifras no consideran personas muertas en inundaciones, en accidentes de embarcaciones o en naufragios de cualquier tipo.
Con ocasión del Día Internacional de Prevención del Ahogamiento, la OMS pidió a los gobiernos que implementen planes nacionales para reducir la incidencia de las muertes por este motivo.