Joséphine Baker, conocida también entre otros sobrenombres con el de “La Diosa de ébano” y considerada la primera vedette de éxito internacional, protagoniza durante los últimos días en Francia una campaña para el traslado de sus restos al
Panteón de París. Hasta ahora en el Panteón sólo hay enterradas 5 mujeres frente a 75 hombres. Joséphine Baker murió por una hemorragia cerebral en 1975, arruinada, y fue enterrada en Mónaco
Baker fue cantante, bailarina, actriz y miembro colaboradora de la resistencia francesa frente a los nazis, además de feminista y antirracista.
Según explica RTVE en la información sobre la petición realizada a Macron, Joséphine Baker “nació en Saint Louis, Missouri (EE.UU.) en 1906, Joséphine ya cantaba en la calle a los 14 años para salir de la pobreza, tras haber abandonado la escuela. Después llegaron algunas actuaciones que le permitieron probar suerte en Broadway, cuando ya se había divorciado de su primer marido, Willie Baker.
Años más tarde, la invitación de un diplomático estadounidense afincado en Francia le abrió las puertas del París de los años 20. Sus bailes exóticos y ligeros de ropa escandalizó y fascinó a partes iguales al público europeo, y se convirtió en icono de artistas e intelectuales, como Picasso o Hemingway. Llegó a ser la mujer más fotografiada del mundo en 1926, solo un año después de su llegada a Europa.
Fue tal la influencia de Joséphine Baker en Europa que las mujeres usaban cremas para oscurecerse la piel y parecerse a ella y se estableció como la artista mejor pagada del viejo continente.
En 1937, Baker adquirió la nacionalidad francesa y cuando estalló la Segunda Guerra Mundial decidió unirse a la resistencia. Hizo labores de espía, lo que le hicieron acreedora la Legión de Honor y de la Cruz de Guerra.
Cuando Joséphine regresó a Estados Unidos, no tuvo un gran recibimiento por parte de sus homólogas y decidió luchar contra la discriminación racial junto a Martin Luther King, siendo la única mujer que se dirigió a la multitud en la Marcha de Washington en 1963.
Baker llamó a sus hijos la familia arcoíris, puesto que eran 12 y todos adoptados de diferentes países. Uno de ellos, Brian, es ahora el motor de la campaña que reclama la entrada de Joséphine en el Panteón de ilustres de Francia.
"Osez Josephine, president Macron" este es el lema que repiten relevantes figuras francesas de diferentes ámbitos, que viene a decir: "Atrévase con Josephine, presidente Macron".
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