El Gobierno británico pidió hoy a la ciudadanía que no deje tributos florales a las puertas de las residencias de la familia real tras la muerte del duque de Edimburgo a fin de evitar aglomeraciones en plena pandemia.
El Ejecutivo de Londres ha pedido al pueblo que continúe cumpliendo con las restricciones en vigor por el coronavirus y que no se congregue frente al palacio de Buckingham, residencia oficial de la Reina Isabel II en Londres, ni ante el Castillo de Windsor, donde murió hoy el príncipe Felipe a los 99 años.
"Aunque se trata de un momento extraordinariamente difícil para muchos, pedimos a la gente que no se reúna en las residencias reales y que continúe siguiendo las recomendaciones sanitarias, sobre todo para evitar grandes grupos y minimizar el transporte", señaló un portavoz del Gabinete.
Según un comunicado, el Gobierno está "apoyando a la Casa Real al pedir que no se dejen tributos florales en las residencias reales en este momento".
Cuando falleció la princesa Diana en 1997, los ciudadanos inundaron de flores tanto el palacio de Buckingham el de Kensington, que fuera la residencia de la "la princesa del pueblo", madre de los príncipes Guillermo y Enrique.
El contexto actual, muy marcado por las severas restricciones para contener la pandemia, ha hecho que tanto el Gobierno como la familia real deseen evitar que se formen aglomeraciones que podrían contribuir a la propagación del virus.
Sin embargo, cientos de personas ya han viajado a Windsor tras enterarse del fallecimiento del consorte de la monarca, mientras que otros ciudadanos han depositado ramos de flores a la entrada del palacio de Buckingham. Se prevé que la pandemia tenga un enorme impacto en la manera en que se planeará el funeral del marido de Isabel II.
Funeral, el sábado
La familia real británica despedirá al duque de Edimburgo en un funeral de escala reducida el próximo sábado, día 17, en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, en línea con los deseos que expresó el esposo de la reina Isabel II de Inglaterra y las restricciones vigentes por la pandemia de coronavirus.
Los restos del príncipe Felipe permanecerán en una capilla de esa residencia real, a unos 30 kilómetros al oeste de Londres, hasta poco antes de las 14.00 GMT del sábado 17, cuando la nación guardará un minuto de silencio y comenzará una ceremonia oficiada por el deán de Windsor y el arzobispo de Canterbury.
Las normas contra la covid-19 en Inglaterra limitan a 30 el número de asistentes a funerales. El Palacio de Buckingham ha avanzado que el príncipe Enrique, nieto del duque de Edimburgo, estará entre los familiares presentes en la ceremonia, pero no su esposa, la duquesa de Sussex, Meghan, que debido a su embarazo ha recibido el consejo médico de no viajar desde Estados Unidos. Hasta después del funeral, el Reino Unido permanecerá bajo luto oficial.
El príncipe Carlos, primero en la línea de sucesión al trono británico, caminará el sábado tras el féretro de su padre junto con otros miembros de su familia en una corta procesión que se mantendrá dentro de los terrenos del castillo de Windsor.
Al mediodía de este sábado, en las cuatro capitales de las naciones del Reino Unido -Londres, Edimburgo, Cardiff y Belfast- comenzaron a dispararse 41 salvas de cañón en honor al duque, que sirvió en la Marina Real durante la Segunda Guerra mundial y ocupó el cargo ceremonial de lord gran almirante. Las salvas se replicaron en Gibraltar, así como a bordo de los navíos militares HMS Diamond y HMS Montrose.
Fotografía de las flores ya depositadas distribuida en los medios por (AP Photo/Frank Augstein)