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Revista Adiós

El Bellvitge realiza una intervención pionera en el mundo en un corazón trasplantado y el clínico de Zaragoza inicia una novedosa técnica de estimulación cardíaca

Publicado: lunes, 08 de febrero de 2021

El Bellvitge realiza una intervención pionera en el mundo en un corazón trasplantado y el clínico de Zaragoza inicia una novedosa técnica de estimulación cardíaca

El Hospital Universitario de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha implantado, por primera vez en el mundo, un sistema de doble prótesis valvular cardíaca por vía percutánea, es decir, a través de la piel, a un paciente con un corazón trasplantado que sufría una insuficiencia tricúspide severa. Hasta ahora, las patologías valvulares en corazones trasplantados se habían tratado solo con cirugía abierta, que conllevan un mayor riesgo de mortalidad. En un comunicado, el centro ha explicado este lunes que la intervención la llevó a cabo la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del Servicio de Cardiología de Bellvitge el pasado mes de diciembre.
El paciente, de 67 años y que fue dado de alta a los tres días, había recibido un trasplante de corazón hace 21 años en Bellvitge y, a pesar de que el órgano se ha mantenido estructuralmente sano durante todos estos años, con el tiempo desarrolló un problema de dilatación del anillo de la válvula tricúspide, que provoca una falta de cierre de los velos de la válvula, causando una insuficiencia tricúspide severa.
El mal funcionamiento de la válvula tricúspide hace que parte de la sangre retorne indebidamente a la aurícula en vez de ser enviada a la arteria pulmonar, disfunción que repercute en todo el sistema circulatorio y que puede derivar en una cirrosis hepática o una insuficiencia renal. A diferencia del corazón normal, en el que la enfermedad de la válvula tricúspide es poco frecuente, en el paciente trasplantado la insuficiencia tricúspide es la valvulopatía más importante, con una frecuencia que va del 20 % al 60 % de los casos cuando la supervivencia es larga. Hasta ahora, las patologías valvulares en corazones trasplantados se han tratado solo con cirugía abierta.
Al riesgo más alto de complicaciones que siempre implica una cirugía abierta, se suma el hecho de que se trata de pacientes que ya han pasado al menos por una cirugía mayor como es un trasplante, por lo que el riesgo de mortalidad con este abordaje llega a ser de entre el 10 % y el 20 %.
Ahora, por primera vez en el mundo, Bellvitge ha realizado este tipo de tratamiento a un corazón trasplantado mediante intervencionismo percutáneo, a través de los vasos sanguíneos, de forma mínimamente invasiva, con solo una pequeña punción.
El jefe de la sección Hemodinámica Cardíaca y Cardiología Intervencionista de Bellvitge, Joan Antoni Gómez Hospital, ha destacado que la patología de la válvula tricúspide "ha sido relegada hasta ahora en relación con otras patologías valvulares", pero que "se trata de un problema nada infrecuente en pacientes trasplantados que limita su calidad y esperanza de vida, al que había que dar una mejor respuesta".
Al respecto, el doctor se ha mostrado convencido de que esta primera intervención será el punto de partida "para tratar cada vez más pacientes trasplantados mediante intervencionismo percutáneo", un hecho que, por otra parte, ha señalado que será cada vez más necesario debido al aumento del número de pacientes trasplantados y de los años de supervivencia de estas personas.
 
En Zaragoza, marcapasos con estimulación fisiológica
 
Por otra parte, la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza se ha convertido en una referencia nacional en implante de marcapasos con estimulación fisiológica, una técnica pionera puesta en murcha en 2020 que ya ha beneficiado a más de 150 pacientes.
El equipo inició a principios del pasado año esta novedosa técnica de estimulación cardíaca, conocida como la estimulación del área de la rama izquierda encuadrada dentro de la estimulación fisiológica, y en este tiempo se ha convertido en uno de los principales centros del país en ofrecer este tratamiento.
Según ha destacado este lunes el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, a largo plazo, los marcapasos con estimulación convencional (no fisiológica) pueden disminuir la fuerza del corazón produciendo insuficiencia cardíaca e incrementando el riesgo de arritmias.
Entre los beneficios de esta nueva técnica, que consiste en el implante de un marcapasos que estimula el corazón de forma fisiológica, figuran prevenir el desarrollo de arritmias como fibrilación auricular, así como evitar el desarrollo de insuficiencia cardíaca, disminuyendo así las hospitalizaciones y la mortalidad con respecto a otros pacientes con marcapasos convencionales.
La técnica que se ha desarrollado en el Clínico a lo largo de 2020 permite una contracción cardíaca idéntica a la de cualquier persona sana eliminando los riesgos antes mencionados.
Además de presentarse como primera opción de tratamiento en pacientes con bloqueos cardíacos, los últimos estudios científicos la sitúan como una gran opción para pacientes que precisan una resincronización cardíaca por haber perdido la sincronía del corazón al presentar un bloqueo de alguna de las ramas que conducen la electricidad de forma habitual y un corazón que presenta disfunción ventricular, es decir que ha perdido parte de su fuerza contráctil.
El doctor Ramos Maqueda, responsable de la Unidad de Arritmias del Clínico, comenta que ya han iniciado varios proyectos de investigación a través del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IISA) y que ya van publicando varios artículos al respecto con la intención de divulgar la técnica a nivel nacional e internacional. Además, con esa misma intención han contribuido a la formación de al menos cinco centros a nivel nacional ubicados en Zaragoza, Madrid, Lérida, Vizcaya y Barcelona.
El propósito de la unidad es seguir contribuyendo a dar visibilidad a la estimulación fisiológica del área de la rama izquierda, que parece obligada a convertirse en la técnica de elección en pocos años para los pacientes con arritmias cardíacas en las que el corazón presenta una frecuencia cardíaca lenta o que ha perdido su sincronía generando disfunción del mismo.
 
En la foto, el equipo de la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.