Una vecina de la localidad de Rinlo, en el municipio lucense de Ribadeo, se encontró con una macabra sorpresa a la puerta de su casa, dado que alguien le había dejado una bolsa de plástico en cuyo interior había huesos humanos. A falta de aclarar la procedencia de esos restos, se especula con la posibilidad de que los huesos fuesen sacados de un nicho que era de su propiedad, vendido hace unos años, Informaba la agencia Efe.
Por su parte, existe otra explicación aportada por el párroco de la localidad a La Voz de Galicia y que este periódico publicó antes de ayer así: “Según explicó el párroco que atiende la parroquia, esta familia había vendido hace años un nicho a otra, haciéndole constar que en una de las tumbas se guardaban los restos de un veinteañero portugués que había fallecido años atrás en un accidente careciendo de recursos y de nicho propio para enterrarlo. Lo que al parecer ha ocurrido, por los testimonios recabados por el sacerdote, es que en algún momento los huesos de este cadáver fueron retirados de la tumba y, sin mediar palabra, hace unos días alguien los dejó en una bolsa de plástico frente a la puerta de la casa de los antiguos propietarios del nicho. De ello se informó a la Guardia Civil, que verificó el acta de defunción del joven portugués, aunque de momento no se ha presentado denuncia. Los restos han sido depositados en un nicho a la espera de que las autoridades decidan qué se hace con ellos”.
Por su parte, el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, informó a los medios de comunicación de que la Guardia Civil se puso en contacto con la Policía Local para comprobar si el Ayuntamiento podía custodiar los citados restos en el cementerio municipal, pero finalmente no se hizo ninguna entrega por parte de la Benemérita. Suárez censuró el comportamiento de los responsables de esta situación, más allá de las responsabilidades que se puedan derivar de esta "macabra actuación", dado que se necesitan permisos "administrativos y sanitarios" para mover los restos de un cadáver humano. Se trata de un comportamiento, lamentó el alcalde, que demuestra "una terrible falta de humanidad y de principios éticos".
En la fotografía, entrada al cementerio de Rinlo (Ribadeo).