Durante toda la semana que viene se van a elaborar en Manacor una base de datos de información y de ADN específica para los familiares de las víctimas de la represión franquista que están siendo exhumadas en el cementerio de Son Coletes. Familiares de 67 víctimas de la represión franquista, que podrían estar enterradas en la fosa de Son Coletes, han iniciado este sábado el Protocolo de ADN que ha puesto en marcha la Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización, con la colaboración del Ayuntamiento de Manacor.
Se trata de familiares de víctimas de toda Mallorca que se han puesto en contacto con la Dirección General de Memoria Democrática o han sido contactados a través de las entidades memorialistas, como la asociación Memoria de Mallorca y el Colectivo de Son Coletes, con la supervisión del historiador Antoni Tugores, y la coordinación de la Comisión Técnica de Desaparecidos y Fosas de las Islas Baleares, según han informado desde la administración autonómica.
Desde ayer y durante toda la semana que viene, un equipo de tres técnicas de la empresa ‘Aticos’, entre genetistas y antropólogas, comienzan a elaborar una base de datos de información y de ADN específica para las víctimas de la fosa de Son Coletes.
Según la información facilitada, se trata de “una herramienta imprescindible para poder cruzar estos datos con el material obtenido de la extracción del ADN de los restos de las 18 víctimas localizadas en el cementerio de Manacor, que ya se encuentran en el laboratorio de la Universidad Autónoma de Barcelona. El Protocolo de ADN que ahora se pone en marcha incluye la recogida de todos los datos genéticos de los familiares de las posibles víctimas que fueron enterradas en el cementerio de Son Coletes para cruzarlas con los restos óseos localizadas. El protocolo incluye la elaboración de árboles genealógicos y la recogida de los datos físicos de cada víctima -como antecedentes médicos y clínicos”.
Cementerio de Son Coletes
Según la página web del Gobierno Balear, “Son Coletes fue creado el 1820 como cementerio de las víctimas de la peste bubónica y fue utilizado durante la Guerra Civil como gran fosa para las ejecuciones indiscriminadas de disidentes y prisioneros. En la actualidad, no se conoce con exactitud la cuantía del número de víctimas que se enterraron. Según indica el historiador Antoni Tugores en el Mapa de las fosas comunes de Mallorca, a partir del 17 de agosto de 1936, en Manacor, los organismos franquistas iniciaron una represión sistemática y ejecuciones en el cementerio municipal del Plan de Son Mas. A partir del 24 de agosto, estas ejecuciones y entierros fueron trasladados a Son Coletes para poder disponer de un espacio alejado del casco urbano. Entre finales de agosto y septiembre de 1936 Son Coletes fue escenario de grandes ejecuciones, no solo de víctimas manacorinas o mallorquinas, sino que “quizás el número más importante de víctimas enterradas en aquel lugar se deba a las capturas de prisioneros de las tropas de Bayo”, indica Tugores. Entre estas víctimas se podrían encontrar las cinco enfermeras voluntarias de la Cruz Roja: Daria y Mercedes Buxadé, Maria Garcia, Teresa y la autora del “Diario de una miliciana”, asesinadas el septiembre de 1936”.
En la fotografía del mes de agosto pasado tareas de exhumación que se desarrollaron en el cementerio.
+INFO
http://www.caib.es/govern/sac/fitxa.do?codi=4319510&coduo=3828701&lang=es#:~:text=Son%20Coletes%20fue%20creado%20el,de%20v%C3%ADctimas%20que%20se%20enterraron.
Finalizan las tareas de exhumación en el cementerio de Bunyola y se inicia el protocolo de recogida de ADN para tratar de identificar los restos encontrados
https://www.caib.es/govern/sac/fitxa.do?codi=4361716&coduo=3828387&lang=ca