viernes, 23 de mayo de 2025
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Revista Adiós

Tres mujeres chinas mueren asesinadas en Siberia por robar comida de las tumbas de un cementerio ruso

Publicado: jueves, 16 de mayo de 2013

Tres ciudadanas chinas fueron raptadas, asesinadas y quemadas en la república rusa de Jakasia, en el centro de Siberia y no lejos de la frontera con China, tras ser vistas robando comida en un cementerio local, según una información difundida ayer. En determinadas zonas rurales de Rusia, los habitantes conceden una gran importancia a la costumbre de ‘alimentar’ a los fallecidos.
La escritora Elizabeth Warner en su libro “Mitos rusos” describe perfectamente la importancia que tiene esta tradición y de donde viene:
“Hay varios aspectos de la preparación de un cadáver para su enterramiento que sugieren una continuidad de la existencia del fallecido en algún lugar, aunque en una situación diferente”. Se refiere la escritora a la descripción que hacen los rusos en el pasado del ataúd como un nuevo domicilio. “Hasta comienzos del siglo XX, este ‘domicilio’ se dotaba con comida y bebida, artículos útiles o preferidos como un pañuelo o una pipa y también herramientas que indicaban el oficio o la ocupación del difunto (…). Dulces, agua, incluso botellas de vodka, pueden dejarse para la persona muerta, junto con dinero para pagar al barquero que lleva al difunto a través del río de fuego que, según algunas creencias, separa este mundo del otro, o para comprar un alojamiento en el cementerio”.
Elizabeth Warner también describe en su libro los “domoviny” que son, o eran, en Rusia, un vestigio de estas viejas costumbres de alimentar a los difuntos. La autora asegura que existían en el siglo pasado todavía construcciones de madera erigidos sobre las tumbas “que parecían pequeñas casa con techo y una ventana, a través de la cual, decían algunos, el alma podía entrar o salir a voluntad y podía dejarse comida para el difunto. Las sencillas cruces de madera con “tejado” que pueden verse en las tumbas más pobres de la Rusia rural actualmente también pueden considerarse como una reliquia de esta especie de ‘hogar’ del cementerio”
La muerte de esta tres mujeres se conoció porque otra ciudadana china cursó este miércoles una denuncia sobre la desaparición de tres compatriotas suyas en una comisaría de la República de Jakasia", explicó un portavoz del ministerio ruso, citado por la agencia Interfax.
La denunciante explicó que las tres mujeres recogían comida en un cementerio de la localidad de Tasheb cuando fueron obligadas a subirse en un coche por tres hombres no identificados.
Resulta extraño este comportamiento de las tres mujeres chinas, no obstante, porque entre las tradiciones funerarias de su cultura también existe la costumbre de colocar alimentos en las sepulturas chinas, como bien se puede atestiguar, sin ir más lejos, en el Cementerio Jardín de Alcalá de Henares siempre que se produce un entierro de un ciudadano chino.
La información procedente de Rusia continúa diciendo que "A las 21.00 hora local (13.00 GMT), se localizó en campo abierto tres cuerpos calcinados, presuntamente de las mujeres secuestradas".
Jakasia es una república de Rusia, localizada en el centro sur de Siberia. Tiene un área de 61.900 km² y una población de 575.400 habitantes. Abakán es el centro administrativo de Jakasia, y con una población de 160.000 personas lo convierte en la mayor ciudad.
La comida de difunto era una ceremonia fúnebre que usaban los antiguos hebreos y otros pueblos. Era costumbre hacer una comida sobre la tumba del que se acababa de inhumar o en su casa después de los funerales. El profeta Barnc dice de los paganos c. 6, v. 31: Gritan en presencia de sus dioses, como en la comida de un difunto.