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Revista Adiós

En el Imperio Romano se distinguía la riqueza de la persona también por el tipo de urna funeraria

Publicado: martes, 26 de noviembre de 2019

En el Imperio Romano se distinguía la riqueza de la persona también por el tipo de urna funeraria

El Imperio Romano, una sociedad fuertemente dividida en clases, también hacía distinciones a la hora de guardar los restos de un difunto en una urna cineraria conforme a su nivel adquisitivo, según la profesora de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Ana Ruiz Osuna.
En una entrevista con Efe, Ruiz señaló que "el uso del vidrio supone un mayor nivel adquisitivo, porque no todo el mundo podía tener acceso a un material considerado más de lujo que una simple urna de cerámica".
La cremación fue una de las costumbres más utilizadas en la época romana, sobre todo en los siglos I y II, aseguró, pero en este caso "la particularidad es el material", ya que habitualmente se encuentran recogidos cenizas y huesos en recipientes de cerámica, piedra o terracota.
Ana Ruiz señala que el vidrio no era una opción excepcional, de hecho en Córdoba se han encontrado una veintena de urnas cinerarias de este material. Su uso "se conoce por todo el Imperio Romano Occidental", pero lo significativo es que esta "forma tan particular implica una mayor inversión para poder adquirirla", lo que limita el nivel de población de accede a este enterramiento, concretó.
La profesora explicó en la actividad 'La pieza del mes' del Museo Arqueológico de Córdoba las particularidades de una urna de cristal hallada en una excavación arqueológica en la década de los 90 en una necrópolis romana datada entre el siglo I y II de nuestra Era, que apareció en los años 90.
La urna, que se encuentra en la exposición permanente del Museo, es de vidrio soplado de color azul de gran calidad "por lo traslucido", ya que en este tipo de contenedor presenta el problema tanto de "la delicadeza del material" como por "la oxidación de los minerales que contiene, con lo cual es raro encontrar urnas de este tipo tan bien conservadas, lo normal es que estén completamente fragmentadas". Además, destacó el "excelente proceso de restauración en el Museo que hace que hoy la podemos ver tal como está expuesta".
Las urnas cinerarias de cristal tenían otra particularidad y es que debían ser contenidas en otro recipiente "de plomo para que luego, al enterrarlas, con la presión de la tierra no se partieran", precisa Ana Osuna, como fue la circunstancia de la que explica esta profesora. En este caso, no se puede concretar quién era el difunto porque la necrópolis apareció saqueada en algunas zonas y amortizada por otras épocas históricas, en otras, con lo que la epigrafía apareció descontextualizada o se perdió.
El conjunto de urna de vidrio y recipiente de plomo proceden del solar de la antigua fábrica de gaseosas de la Constancia, en la calle Doña Berenguela, en el interior de un recinto arquitectónico, "lo que nos da cuenta de cómo se configuraba el paisaje funerario en época romana, que en Córdoba fue importante".
Este recinto esta extramuros de la Córdoba romana, señala la profesora e investigadora, "junto a una vía que salía desde la Puerta Osario hacia Sierra Morena, donde estaban las minas, que eran la base de la riqueza de las élites cordobesas, por lo que es muy habitual que en toda la zona Norte nos encontremos con grandes áreas dedicadas al mundo funerario en época romana". De hecho, ha concluido que "el mundo funerario tenía un concepto completamente diferente al que hoy tenemos nosotros, eran calzadas por las que transitaban muchísima gente a diario, por lo cual vivos y muertos convivían perfectamente día a día". Efe.