Publicado: domingo, 12 de mayo de 2013
En la fotografía de Ismail Ferdous (AP) publicada por diferentes medios de comunicación se aprecia como los asistentes a uno de los funerales se cubren la nariz para evitar el olor de los cuerpos en descomposición
Cientos de cuerpos de obreros textiles bengalíes, cuyos restos estaban demasiado mutilados o descompuestos para ser identificados y por cuestiones sanitarias de la población, fueron enterrados la pasada semana en uno de los funerales masivos, una semana después de que el edificio de ocho pisos en que trabajaban se desplomara, según han informado los periodistas de la agencia de noticias AFP Chris Blake y Farid Hossain.
La tragedia ocurrió el pasado 24 de abril en un complejo de nueve plantas con cinco talleres textiles ubicado cerca de Dacca que producía ropa para grandes marcas extranjeras y, según los últimos datos oficiales, ha causado la muerte de 1.022 personas y heridas a 2.437, informa hoy la agencia Efe.
Al funeral tradicional musulmán más urgente de la semana pasada asistieron cientos de personas “y muchas más miraban desde las azoteas de los edificios cercanos cómo los cuerpos, descompuestos en el calor de la primavera, fueron llevados al cementerio en la parte trasera de camiones de carga. Los asistentes se cubrían la nariz. Una mujer se abrió paso a través de la multitud hasta la parte trasera de un camión mientras sollozaba que uno de los cuerpos era el de su hermana. Rogó que le permitieran tomarlo mientras sus familiares se aferraban a ella para evitar que se desmayara. Hombres y niños recitaron una oración musulmana tradicional para los muertos. Después, decenas de cuerpos fueron descargados y colocados en las tumbas”. Han informado Chris Blake y Farid Hossain.
Los periodistas de Afp han seguido contando que “los trabajadores del cementerio han excavado varias largas filas de tumbas, ya que las autoridades esperan que enterrar muchos más cuerpos sin identificar en los próximos días. ‘Yo no tendría que participar en esto si el gobierno hubiera actuado de manera más responsable", dijo Rasel Islam, un hombre de 32 años que asistió al entierro’.
Por otro lado y seg´ñun informa Efe, las tareas de desescombro en el complejo textil de Bangladesh siniestrado, donde todavía quedan muchos cadáveres, se prolongarán una semana, dijo ayer una fuente oficial, que agregó que las plantas bajas del inmueble albergaban "probablemente" el mayor número de gente.
"Todavía quedan muchos cadáveres entre las ruinas. Hubo gente que marchó hacia las plantas bajas para intentar salir del edificio", explicó Udín Khandaker, un funcionario del Ministerio bangladeshí de Interior que dirige una investigación sobre el siniestro.
"En un plazo de una semana se concluirán las labores de retirada de escombros, esperemos que antes del próximo viernes", afirmó Khandaker.
La fuente detalló que por el momento hay diez personas arrestadas por el siniestro, entre las que figuran el dueño del inmueble, cuatro propietarios de fábricas, ingenieros y expertos municipales.
"Están bajo custodia. Cuando concluya la investigación se presentarán cargos contra ellos. En principio, se les acusará al menos de causar muerte por negligencia en el trabajo, delito que está contemplado en el Código penal", dijo. "En esta fase de la investigación estamos estudiando el tipo de materiales que se destinaron a la construcción del edificio, las licencias del terreno, etc.", agregó Khandaker.
El Gobierno bangladeshí ha cerrado en los últimos días 18 talleres por motivos de seguridad, aunque algunos de ellos han reabierto tras pasar controles.
La Asociación de Manufactureros y Exportadores de Artículos de Punto (BGMEA) también ha ordenado la clausura de ocho fábricas y ha pedido al resto informes técnicos que deben ser entregados antes de que concluya el presente mes.
En el último medio año se han registrado cuatro graves siniestros mortales en Bangladesh -tres incendios y un derrumbe- en fábricas del ramo, el último de ellos un incendio ayer en un barrio de Dacca que causó la muerte a siete personas.