Los jóvenes gallegos María González Vicente y Alberto Chaves, fallecidos en uno de los atentados del pasado domingo en Sri Lanka, serán enterrados juntos mañana sábado en la localidad pontevedresa de Pontecesures. Así lo confirmaron ayer a la Prensa fuentes municipales, que se mantienen en contacto con las familias de la joven pareja y que esperan que la repatriación de los cuerpos comience en las próximas horas.
El Ayuntamiento pontrevedrés de Pontecesures está organizando el dispositivo de acogida de los cadáveres de María González Vicente y Alberto Chaves Gómez, la pareja española víctima de los atentados perpetrados en Sri Lanka que están siendo trasladados hasta Galicia, donde serán velados juntos por deseo de sus familias. El tanatorio de Iria Flavia, en la vecina localidad de Padrón, espera abrir la capilla ardiente en la tarde de hoy viernes.
La previsión es que sean enterrados en el cementerio de Pontecesures en la tarde del sábado. Aunque Alberto Chaves era originario del municipio coruñés de Rianxo, había establecido su domicilio en España en Pontecesures, de donde era María González, y donde está previsto que descansen los dos. El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, oficiará la misa funeral en su memoria, en la iglesia de San Xulián.
El regidor de Pontecesures ha señalado que el traslado coincide con la celebración en Padrón de la Pascua y de una marcha ciclista, la 57ª edición de la Clásica de Pascua del municipio coruñés. Vidal ha afirmado que está en contacto con el Ayuntamiento de Padrón para facilitar la coordinación de labores entre ambas localidades.
“La familia está pasando estos días su particular vía crucis, por lo que cuanto antes puedan tenerlos aquí y velarlos antes podrán pasar página de todo esto”, ha añadido el alcalde de Pontecesures, un pueblo en el que sigue instalada una “sensación extraña” tras días “de mucha incertidumbre y volatilidad”.
En los atentados perpetrados el pasado domingo contra iglesias y hoteles de lujo en Sri Lanka fallecieron 253 personas, según un balance corregido de las autoridades del país. Alberto, de 31 años y natural de Rianxo (A Coruña), trabajaba en la filial de Profand en la India y su pareja, María, de 32 años, lo hacía en la empresa de su familia, en Padrón, especializada en equipación de trabajo. Ella había ido a visitar a su novio y ambos estaban de vacaciones en Sri Lanka, y se encontraban desayunando cuando se produjo el ataque en el hotel en que se alojaban.
En la foto, los vecinos de Pontecesures (Pontevedra) durante el minuto de silencio en memoria de los dos jóvenes gallegos fallecidos en la cadena de atentados.