La contaminación atmosférica está detrás de 13 % por ciento de los partos prematuros y el 17% de los partos con bebes de bajo peso al nacer. Así se puso de manifiesto ayer en una jornada sobre este tema, organizada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en Madrid. Su presidente, Carlos Jiménez-Ruiz, ha recordado que una persona que no fuma y viva en contacto continuo con altos niveles de contaminación es como si fumara entre 5 y 10 cigarrillos diarios. Nitrógeno, ozono, partículas en suspensión, dióxido de azufre, monóxido de carbono y plomo son los seis contaminantes más peligrosos para la salud. En su diana están enfermedades como el asma, la neumonía, o el cáncer de pulmón y son los mayores, los niños y las mujeres los más sensibles a las dolencias relacionadas directa o indirectamente con el aire que respiramos, ha indicado por su parte la neumóloga Isabel Urrutia.
La OMS ya avisó de que la contaminación amenaza salud y desarrollo 93 % de niños menores de 15 años en un informe conocido en octubre de 2018.
En ese informe de la OMS ya se especificaba que el 93 % de los niños menores de quince años respiran a diario un aire que está tan contaminado que pone en riesgo su salud y desarrollo, y uno de cada diez menores de cinco años muere por esta causa, dijo en octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su primer informe sobre la contaminación del aire y la salud infantil, la organización estima que un total 600.000 niños murieron en 2016 (año de los datos más recientes) de infecciones respiratorias agudas provocadas por esa contaminación.
Tomando en cuenta a la población mundial (adultos incluidos), la exposición en espacios interiores como al exterior causa cada año la muerte prematura de siete millones de personas.
Los menores en los países de ingresos medios y bajos son los más afectados, según los datos que fueron difundidos en víspera del inicio en Ginebra de la primera Conferencia Global sobre Contaminación del Aire y la Salud, bajo la égida de la OMS, celebrada en octubre de 2018.
En ese grupo de países hasta el 98 % de los niños menores de cinco años respiran partículas finas suspendidas en el aire a niveles superiores a los recomendados por la OMS.
Los datos recopilados para el informe revelan que las mujeres embarazadas que respiran un aire contaminado son más susceptibles de dar a luz de forma prematura, mientras que el bebé tiene más posibilidades de tener menor peso y talla al nacer.
Un poco más adelante en la vida, la contaminación también tiene impacto a nivel del desarrollo cognitivo y del sistema nervioso.
Asimismo, puede ser el desencadenante de asma y de cáncer en niños, al tiempo que puede ser el germen de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, a una edad adulta.
Una de las fuentes de contaminación más peligrosas para los niños está dentro de sus propias casas, ya que prácticamente la mitad de la población mundial utiliza artefactos y combustibles altamente contaminantes para cocinar.
La contaminación interior combinada con la que hay al aire libre causan más de la mitad de las infecciones respiratorias agudas en niños hasta los cinco años en países en desarrollo.
La OMS plantea en su informe evidencia científica sobre la gravedad del problema ante el cual los niños son los más frágiles debido a que su cerebro y diversos órganos están en desarrollo hasta el periodo de la adolescencia.
Mucha más mortalidad que por accidentes de tráfico
El adulto medio respira unos 10.000 litros de aire al día y aunque los contaminantes del aire son invisibles tienen efectos inmediatos en la irritación de las vías respiratorias, la disnea y una mayor posibilidad de sufrir un ataque de asma. Además "también se ha demostrado que la contaminación es un cancerígeno de primer orden", ha reiterado la doctora Urrutia. Sobre la mesa y como conclusión han dejado el siguiente dato: el 35% de población española vive expuesta al aire contaminado y alrededor de 100.000 mueren por ello, un dato muy superior a las 1.700 muertes por accidente de tráfico.
Pero también la contaminación acústica de las ciudades tiene un gran impacto sobre la salud y dispara asimismo los ingresos hospitalarios, ha advertido Julio Díaz, jefe del Departamento de epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Salud. A pesar de estos datos, han denunciado los ponentes, las grandes ciudades españolas han incumplido sistemáticamente las normativas europeas de contaminación en los últimos años.
Tal es la magnitud del problema que en 2016 Madrid se convertía en la primera ciudad española en restringir el tráfico por la contaminación. De hec, durante estos últimos días el intenso anticiclón que está sobre la Península Ibérica, y que ha provocado un tiempo estable y temperaturas más cálidas de las habituales, ha propiciado las condiciones necesarias para que la contaminación atmosférica también se eleve en buena parte del territorio, superando los umbrales recomendados. Ayer martes, Cataluña activó el aviso preventivo por contaminación atmosférica en Barcelona; mientras que en Madrid se ha activado el escenario 1 y en Valladolid o Gijón se activaron en días previos las primeras restricciones sobre el tráfico. También en Murcia se activó.
La contaminación del aire provocó 422.000 muertes prematuras en Europa en 2015
La contaminación atmosférica provocó la muerte prematura de 422.000 personas en 41 países de Europa en 2015, una cifra ligeramente inferior a la del año anterior pero aún demasiado elevada, según un informe difundido en octubre pasado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).
El estudio destaca que 391.000 de ellas son de países de la Unión Europea (UE), pero si se tienen en cuentan los datos desde 1990, la cifra de personas muertas por concentración de partículas al aire libre de tamaño inferior a 2,5 micras (PM2,5), se ha reducido en medio millón anual, gracias a políticas para mejorar la calidad del aire.
La polución del aire continúa excediendo no obstante los límites y guías tanto de la UE como de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y constituye "un peligro" para la salud humana y el medio ambiente. De acuerdo con el informe, que incluye datos oficiales de más de 2.500 estaciones monitorizadas, otros grandes contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico (O3) causaron alrededor de 79.000 y 17.700 muertes en Europa en 2015, respectivamente.
El transporte rodado es una de las mayores fuentes de contaminación atmosférica, a la que también contribuyen las emisiones de la agricultura, producción energética, industria y hogares. Cerca del 74 % de la población urbana en la UE estuvo expuesta a concentraciones de PM2,5, que exceden los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según datos de 2016. En el caso del NO2 y el O3, los porcentajes de población urbana que se expuso a estos contaminantes bajó del 9 al 7 % y del 30 al 12 %, de acuerdo con el informe.
"La contaminación atmosférica es un asesino invisible y se necesita intensificar los esfuerzos para atacar las causas", señaló en el informe el director ejecutivo de la AEMA, Hans Bruyninckx.
En la imagen de "Adiós Cultural" se aprecia la contaminanción en Madrid al entrar por la Autovía de Andalucía.