Libro de bolsillo hecho con la piel de William Burke, ejecutado en Edimburgo y considerado junto con su compinche Willian Hare los dos primeros asesinos en serie modernos.
 
La encuadernación antropodérmica (piel humana) se practicó en los siglos XVII, XVIII y XIX. Libros religiosos, tratados de Medicina, de Derecho e incluso la declaración francesa de los Derechos del Hombre están encuadernados con piel de reos ejecutados o de personas que cedieron su voluntariamente su “envoltorio” natural para adornar los libros. Una excentricidad como otra cualquiera que ha contado la redactora jefa de "Adiís" esta mañana en el programa de RNE, "No es un día cualquiera".

Escuchar intervención de Nieves Concostrina en "No es un día cualquiera-RNE"
(Minuto 3.40)