No esconde la escritora Marta Orriols que cuando empezó su novela "Aprende a hablar con las plantas" vivía dentro de un paréntesis, con los días llenos de "dolor y desconcierto", tras perder a su marido en un accidente. Cree que no podía reflexionar sobre nada más que no fuera la muerte. Se trata de "una cuestión antipática, aunque es lo más seguro que tenemos todos" y, a la vez, "es como una llave que va abriendo diferentes puertas y provoca que surjan temas o que se arreglen cosas con la familia, con los amigos", según ha indicado en una entrevista con Efe.
Después del buen recibimiento por parte de lectores y crítica de su debut "Anatomia de les distàncies curtes", en 2016, ahora Orriols regresa con una historia publicada por Periscopi en catalán y Lumen en castellano, protagonizada por Paula, una mujer de carácter fuerte, muy volcada en su trabaja como neonatóloga, "la mejor insuflando vida", pero que, de golpe se ve sola, tras fallecer su compañero Mauro.
Marta Orriols confiesa que sentarse ante el ordenador y armar este artefacto literario le ha servido para ordenarse a sí misma, aunque "para nada del mundo" lo que se cuenta en el libro sea su historia, ya que su intención era "indagar en los sentimientos que afloran en un momento de pérdida, cuando igualmente debes seguir hacia adelante". "Me gustan mucho estos personajes, como Paula, que están a punto de caer, pero que se descubren a ellos mismos. La muerte de su compañero para ella es una oportunidad para redescubrirse, después de llevar una vida que le iba bien, muy volcada en su profesión, enamorada de su pareja y sin pensar mucho en todo lo que tenía", subraya.
La novela le sirve para mostrar, asimismo, que cuando la muerte afecta a una persona joven -aquí los protagonistas están en el inicio de la cuarentena- la sociedad "enseguida empieza a pedir a los afectados que reinicien sus vidas, que conozcan a nuevas personas". Sin embargo, "piensas que lo que quieres es quedarte sola, porque tú no te has separado, te han arrancado un trozo de la biografía". Por otra parte, argumenta que en Occidente "la tristeza no la vivimos como algo bueno, sino que queremos que pase rápido, porque lo que se cree es que hay que vivir con el objetivo de ser feliz".
La novelista, nacida en Sabadell (Barcelona) en 1975, advierte de que "cuando hay una pérdida, lo que no se entiende respecto a quien la ha sufrido, es que esta tristeza es casi la última atadura que queda con la persona que se ha ido". A su juicio, "esta tristeza, al principio hace mucho daño, pero cuando eres capaz de evolucionar, es un lugar en el que te encuentras bien, es reconfortante, la necesitas y molesta mucho que los demás te digan que ya está bien de llorar". "La tristeza -ahonda- debería observarse como un sentimiento positivo, necesario. No es nada malo pasar por este duelo".
Para escribir la novela, que además de catalán y castellano se publicará en francés, alemán, italiano, hebreo y neerlandés, no olvida la ayuda que le ofreció en su momento la doctora Marta Camprubí, del Servicio de Neonatología del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, especialmente para crear la vertiente profesional de Paula.
Irene Dalmases

Marta Orriols vive y trabaja en Barcelona. Es historiadora de arte y se ha dedicado también al guion cinematográfico. Tiene un blog que se titula No puc dormir. Colabora ocasionalmente con diversas revistas y periódicos. En Lumen también ha publicado la versión en castellano de su otra obra literaria: el libro de cuentos “Anatomia de las distancias cortas”.