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Revista Adiós

Bronca familiar al intentar plantar un árbol y esparcir las cenizas del fallecido

Publicado: miércoles, 02 de mayo de 2018

Bronca familiar al intentar plantar un árbol y esparcir las cenizas del fallecido

La viuda y sus hijos acabaron por denunciar a otros familiares por intentar impedírselo y quedarse con restos del difunto.
 
Las cenizas de un difunto que expresó su deseo de que fueran enterradas junto a un árbol, que debía ser plantado en Abanilla (Murcia), han generado un conflicto que ha llegado a los tribunales, cuando algunos familiares quisieron quedarse con parte de ellas. Presuntamente, metieron restos incinerados del fallecido en latas de conserva y en lo que parecía ser una caja de puros habanos.
Así lo señala en un auto la Audiencia Provincial de Murcia, que desestima el recurso que la viuda y los dos hijos presentaron contra la resolución de un juzgado de Cieza al que correspondió su demanda, que consideró que los hechos denunciados podían ser constitutivos de un delito leve de lesiones o maltrato de obra, pero no un delito de falta de respeto a los difuntos.
El pleito enfrenta en los tribunales a la viuda y dos hijos, por un lado, que sostienen que el altercado se produjo cuando trataron de cumplir el deseo del fallecido, y a los abuelos y tíos paternos de los dos hijos del difunto. Según la denuncia presentada por uno de los hijos en el cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey (Madrid), los hechos ocurrieron unos días después de producirse el óbito, en octubre de 2013. El denunciante se desplazó con su madre y su hermana hasta Abanilla para esparcir las cenizas junto al árbol que se plantase en ese mismo momento, como les había pedido el difunto. Al lugar habían acudido también los otros cuatro familiares contra los que se dirigió la denuncia, según una información de la agencia Efe en la región de Murcia del pasado 19 de abril.
Cuando la hermana del denunciante llevaba la urna que contenía las cenizas, “sus tíos se abalanzaron sobre ella y se la arrebataron, comenzando a repartir las mismas, depositándolas en latas de conserva vacías, produciéndose un forcejeo”. El auto añade que este declarante señaló también que, “para evitar males mayores, introdujo a su madre y hermano en el coche en el que habían acudido al lugar, pudiendo llevarse la urna, que la tuvo que coger del suelo, habiéndose derramado parte de las cenizas”.
El denunciante reconoció que los abuelos y los tíos le habían manifestado con anterioridad que querían parte de las cenizas de su padre, pero que tanto él como su madre y su hermana se negaron a ello.
El auto de la Audiencia se refiere también a lo que declaró uno de los denunciados, que es el abuelo paterno del denunciante, quien manifestó que estuvieron en el lugar para intentar coger un poco de las cenizas de su hijo, pero no para guardarlas en latas, sino en otro objeto más adecuado. Dijo que cogieron parte de estas, pero que, “para no formar más lío”, las dejaron allí.
La resolución de la Audiencia, al confirmar la negativa a investigar los hechos también como constitutivos del delito de faltar al respeto debido a los difuntos, sostiene que los mismos no reúnen los requisitos para considerar que se pudo incurrir por los denunciados en la comisión de este. Añade que “a la vista de las explicaciones de los denunciados, de que actuaron guiados por lazos familiares y que dejaron las cenizas en el lugar, los hechos no tendrían encaje en el citado delito”.
 
En la foto de Chema Moya, un cementerio en el que se pueden esparcir cenizas junto a los árboles.