Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), del Instituto Imdea Alimentación y del Ciber de Epidemiología han demostrado que las personas de más de 65 años que pasan mucho tiempo sentados tienen un mayor riesgo de morir por causas cardiovasculares.
Según el análisis, cuyos resultados se han publicado en la revista internacional 'American Journal of Preventive Medicine', un excesivo tiempo sentado se asocia con el desarrollo de enfermedades como la hipertensión, el hipercolesterolemia o la diabetes, además de con el aumento de la mortalidad.
En el análisis han participado 2.657 adultos de 65 o más años (1.682 mujeres) que en 2001 y 2003 reportaron cuánto tiempo permanecen sentados al día y que fueron seguidos durante una media de más de nueve años para saber la causa de muerte, según explica la UAM en una nota.
Así, los investigadores encontraron que, comparados con los que fueron consistentemente sedentarios, quienes mantuvieron niveles bajos de sedentarismo tenían un 33 por ciento menos de riesgo de muerte cardiovascular. En concreto, según las estimaciones del estudio cada incremento de una hora diaria de tiempo sentado se relaciona con un aumento del 6,4 por ciento de la probabilidad de morir por causas cardiovasculares.
También se ha comprobado que los mayores que hacían suficiente actividad física y que redujeron su tiempo sentado tenían un 48 por ciento menos de probabilidad de morir por enfermedades cardiovasculares que los mayores "inactivos y consistentemente sedentarios".
Esto significa, según los investigadores, que las muertes por causas cardiovasculares podrían reducirse "considerablemente" si los mayores mantienen un nivel adecuado de actividad física y reducen el tiempo que permanecen sentados, según ha detallado el coautor del trabajo, David Martínez-Gómez.
La autora principal, Verónica Cabanas-Sánchez, sostiene que "la epidemia del sedentarismo no solo afecta a la salud de los mayores", ya que en proyectos anteriores se comprobó que el sedentarismo se asocia con factores de riesgo cardiovascular también en niños y adolescentes.
Por ello, considera que se deben encontrar "estrategias "efectivas que provoquen un cambio en los estilos de vida de todos los segmentos de la población".
En el estudio participaron investigadores del Departamento de Educación Física, Deporte y Motricidad Humana de la UAM, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la misma universidad, del CIBER de Epidemiología y el IMDEA de Alimentación.
Prevalencia en países desarrollados
Las enfermedades cardiovasculares, entre las que se incluyen las enfermedades cerebrovasculares, las enfermedades isquémicas y el infarto agudo de miocardio, son la principal causa de muerte en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, estas ocasionaron en 2016 el 29,17% de las muertes (119.778 casos), representando la primera causa de muerte entre las mujeres (31,98%) y la segunda entre los hombres (26,46%).
Los factores de riesgo modificables provocan un elevado porcentaje de las enfermedades cardiovasculares, lo que sugiere que la modificación de los estilos de vida provocaría un gran impacto en la prevención de este tipo de enfermedades.
Las conductas sedentarias, definidas como aquellas actividades asociadas a un gasto energético bajo (equivalente a una intensidad menor de 1,5 veces del gasto energético que tenemos en reposo), son altamente prevalentes en la mayoría de los países desarrollados, especialmente entre los mayores.
Foto Jesús Pozo.
Referencia bibliográfica:
Cabanas-Sánchez, V., Guallar-Castillón, P., Higueras-Fresnillo, S., Rodríguez-Artalejo, F., & Martínez-Gómez, D. Changes in sitting time and cardiovascular mortality in older adults. American Journal of Preventive Medicine.Doi: