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Revista Adiós

La expo de fotografías 'post mortem' llega al Museu Valencià d'Etnologia

Publicado: jueves, 21 de diciembre de 2017

La expo de fotografías 'post mortem' llega al Museu Valencià d'Etnologia

La comisaria de la muestra, Virginia de la Cruz, publicó en 2013 'El retrato y la muerte', el primer trabajo de investigación sobre la fotografía de difuntos realizada en España. La fotografía es la imagen promocional de la exposición.

Una muestra en el Museu Valencià d'Etnologia reúne fotografías del retrato funerario como instrumento de memoria y recuerdo familiar, en una propuesta de reflexión sobre el papel de la fotografía en el rito funerario como técnica novedosa a finales del siglo XIX.
Más de cien imágenes componen esta muestra, procedentes de las colecciones de José Huguet Chanzá, Javier Sánchez Portas, Julio José García Mena y la comisaria de la exposición, Virginia de La Cruz Lichet, especialista en fotografía postmortem y autora de la monografía "El retrato y la muerte", ha informado la Diputación de Valencia.
Virginia de la Cruz presentó a finales de octubre de 2013, coincidiendo con la fiesta de Difuntos, su libro "El retrato y la muerte", el primer estudio documental basado en la disertación de la fotografía "post mortem" en España. El libro fue editado por “Temporae” con la ayuda del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y contiene un total de 185 ilustraciones, de las cuales 175 son fotografías y 10 documentos originales de la época.
"Me entristece cuando digo que una fotografía de difuntos es de una belleza impresionante y no me entienden, hay quien me mira como diciendo: 'esta chica no está bien'. Yo la miro como si estuviera en esa época y admiro la belleza en vestir al difunto, el decorado que ponían pese a los pocos medios, admiro la función que tenía, una cosa que se ha perdido", relató entonces durante la presentación del libro.

La crudeza de estas instantáneas es mayor, continúa, cuando se sabe que familias con pocos recursos llegaban a empeñar todo lo que tenían para pagar el funeral y un reportaje fotográfico del mismo. "Muchas veces se trata también de la única instantánea que había de ese familiar, no solo de niños que fallecían a los pocos meses, sino también de adultos que nunca se hicieron una. En muchas ocasiones era también la única foto que había de la familia entera porque un funeral era cuando se conseguían juntar todos", decía Virginia de la Cruz.
Además de ser un documento sentimental, estas instantáneas adquirían un valor práctico, al convertirse también en "un documento notarial" para dar fe de los gastos que desencadenaba un funeral" o, en otros muchos casos, para reclamar "una herencia".
La práctica de la fotografía "post mortem" en España va desde finales del s.XIX hasta 1980, y es, sobre todo, en zonas rurales de Galicia donde de la Cruz ha encontrado un mayor testimonio gráfico, y donde ha podido conversar con algunos de los fotógrafos que se enfrentaron a estas situaciones a lo largo de su vida. "En el fondo se veían entre la espada y la pared, y no les gustaba mucho hacerlo porque era una situación triste, pero era una petición de personas que muchas veces eran vecinos o amigos. Al final se convertía en un trabajo, y se pagaba más caro. Lo hacían por dar un servicio a la comunidad", explicaba.
En la actualidad sobre el 80% de este material hay un "velo de ocultismo", según la autora, que ve "factible" que "se vuelva a practicar este género, pero en un contexto controlado y normalizado, como puede ser un hospital".
Según dijo en 2013 la investigadora, en un hospital del País Vasco (cuyo nombre no desvela) se aplicaba una terapia que consistía en hacer una fotografía de difuntos para los padres que pierden a su bebé con el fin de asimilar la muerte del hijo. Y no se trataría de un caso aislado sino que, como ha "detectado" la investigadora, este tipo de prácticas se siguen llevando a cabo en países que "no están tan desarrollados", y donde hay una parte "rural muy importante" que sigue anclada en las tradiciones.
Ahora la Diputación de Valencia exhibe gran parte del trabajo desarrollado por la propia comisaria de la exposición, Virginia de la Cruz, junto a fotografías de otros coleccionistas.
El museo de Etnología de Valencia ha publicado en su página web la siguiente descripción de la exposición que permanecerá abierta hasta el 3 de junio de 2018:
“En la época en que nace la fotografía, el 1839, la sociedad occidental mantenía un diálogo estrechado con todo aquello relacionado con la muerte. Sin embargo, y cómo se puede ver en esta exposición, la tradición del retrato de difuntos fue una práctica que se vinculó con el rito funerario de forma casi natural y espontánea, buscando de conservar la última imagen de un ser querido. Así pues, esta tradición se prolonga hasta nuestros días. Esta exposición muestra la evolución tipológica y cronológica de esta práctica presentando piezas del territorio valenciano, de la costa mediterránea, junto con algunos ejemplos europeos y americanos que permiten dar, por un lado, una visión de las particularidades de este tipo de retratos en la región, pero también las similitudes que encontramos en este género ’retratístico´sea cual sea su lugar de procedencia. Porque al final la muerte está en todas partes y la inquietud del ser humano frente a ella ha sido presente desde el momento en que este ha sido consciente que toda vida llega a su fin, estableciendo así según las épocas el culto a la memoria. Esta exposición con más de 80 fotografías originales y una última imagen datada el 2017 pretende demostrar la manera en que esta práctica se inserta en una etapa más del rito funerario que se ha ido adaptando a las diferentes épocas pero que continúa vigente hasta nuestros días. Durante años, una práctica habitual que se convertía, en ocasiones, en documento notarial con el que reclamar una herencia”.
 
+INFO
La tradición de la fotografía post-mortem. Galicia como caso de estudio, por Virginia de la Cruz Lichet
https://espaciophake.blogspot.com.es/2010/12/la-tradicion-de-la-fotografia-post.html