El Concurso de cementerios de España 2017 ya tiene premios; y por primera vez se ha producido un empate, con 636 votos, entre las candidaturas de Castro Urdiales (Cantabria) (i) y Sumarcàrcer (Valencia) (d), por lo que, y tras hacer las comprobaciones pertinentes, comparten el primer premio en esta categoría en la que ha quedado tercero el cementerio de Luarca. En Mejor monumento ha ganado Alcantarilla, quedando segundo y tercero, Bolvir y Monturque. Con respecto a la Mejor actividad de puertas abiertas, tras el ganador que ha sido Lugo, han quedado Monturque y Avilés. El premio a la Mejor inciativa medioambiental ha recaído en el cementerio de Teguise, en Lanzarote. Joaquin Araújo, que preside el jurado de estos premios ambientales explica así la decidión: “Consideramos que la candidatura de Teguise (Lanzarote) merece el premio al mejor planteamiento ambiental fundamentalmente por su originalidad. Por incluir dos aspectos escasamente tenidos en cuenta y demasiadas veces considerados, erróneamente, como no vinculados a los planteamientos ecológicos. Porque el paisaje en su conjunto y cualquiera de los comportamientos a él ligados que no suponga alteraciones sustanciales del mismo, es uno de los principales objetivos de la conservación del entorno. Si además supone la recuperación de una servidumbre de paso destinada a comunicar el cementerio con poblaciones, añadimos un valor antropológico cultural que siempre debería ser considerado como íntimamente ligado a usos correctos. Frente a las infraestructuras que acaban alterándolo todo, los caminos de herradura, las cañadas y veredas y ahora esta senda, suponen modos de desplazamiento totalmente acertados. Lanzarote ya ha dado muchos ejemplos de sensatez en todo lo relacionado con el respeto a sus tradiciones. Recuperar el Vía crucis de Teguise refuerza el respeto que en aquella isla se tiene por su arquitectura popular, los cultivos más exigentes o la conservación de sus espacios naturales. La isla entera es una reserva de la Biosfera y esta iniciativa redunda en los fines de esa figura de protección”.
Los premios son 3.000 euros al mejor cementerio en general; 2.000 a la mejor iniciativa medioambiental, 1.000 al mejor monumento y 1.000 euros más a la mejor actividad de puertas abiertas dirigida a la sociedad. También se concederá una placa de reconocimiento a los clasificados en segundo y tercer puesto de cada categoría. La cuantía del premio será abonada al organismo, asociación o persona que ostente la titularidad del recinto u obra premiada tras aplicar la correspondiente retención legal. Las candidaturas presentadas se incorporarán a la “Ruta de Cementerios de España”, a la que también se puede acceder a través www.revistaadios.es.
“Adiós Cultural” convoca el concurso con el objetivo de reconocer el interés histórico, social, medio ambiental, artístico y patrimonial de los cementerios españoles; reivindicarlos como lugares llenos de vida y de recuerdo de la gente que los habitó, siendo una parte muy importante de la ciudad que debe ser conservada y valorada. También se persigue concienciar a la ciudadanía del importante patrimonio que albergan estos recintos y fomentar su potencial como recurso turístico.
Con respecto al premio a la mejor historia documentada, el jurado entendió que, según especifican las bases del concurso, ninguna de las candidaturas cumplía las bases para optar a este premio, y que, algunas de ellas, ni siquiera contaban historias ocurridas en el cementerio, sino fuera del mismo. Por tanto, el jurado decidió retirar la categoría en esta edición 2017.
Mejor cementerio
Castro Urdiales. Cantabria
El cementerio de Castro Urdiales está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento desde 1994. Está ubicado en el lugar de Ballena. Fue proyectado por Alfredo de la Escalera y Amblard, arquitecto diocesano y provincial entre 1885 y 1888, y su tipología es de cementerio marítimo. Situado en un enclave elevado sobre el mar, como una pequeña península, dotado de las mejores condiciones territoriales para que estuviera “bien ventilado” y no pueda dañar “la salud pública”, en palabras de la época. El cementerio de Ballena de Castro Urdiales representa un modélico ejemplo de actuación urbanizadora. Reúne un conjunto de monumentos funerarios de excepcional calidad, en diferentes estilos como el neoclásico, eclecticismo, neomedievalismo, modernismo, gótico, art decó… En su paisaje se acumulan perspectivas de elementos verticales como pináculos, chapiteles, torres, cruces... de pequeños cuerpos arquitectónicos que son los panteones, y el recurso de las distintas calles que se dirigen a los cipreses y a la vegetación en general. Son referentes característicos de esa innata arquitectura del final de siglo, que envuelve la imagen del cementerio decimonónico enclavado en la corriente del romanticismo.
Sumacàrcer. Valencia
Es cementerio parroquial (1918-1922) y está en una localidad valenciana de la Ribera Alta, en la Solana del Castellet, a los pies de la montaña del Castell de Peñarroya, y se integra en el paisaje ofreciendo espectaculares vistas y panorámicas al río Júcar, las montañas del macizo del Caroig, los campos de naranjos y el término municipal de Sumacàrcer. Fue mandado construir por el párroco Alejo Sendra Tarrazó en 1918, con el objeto de subsanar los problemas sanitarios que ocasionaba el antiguo cementerio. De este modo, el párroco proyectó el nuevo con unas mejores condiciones para la salud pública, y el Conde de Orgaz, Esteban Crespí de Valldaura, donó tres hanegadas de tierra de la Solana del Castellet a la Iglesia con tal fin. Ofrece un paisaje necrológico de gran singularidad, formado por un conjunto arquitectónico y escultórico monumental compuesto por hileras de nichos, nueve panteones con cúpulas y una capilla, que confieren al cementerio una imagen de gran valor artístico. Presenta rasgos del Modernismo.
Mejor monumento
Alcantarilla. Murcia
El monumento funerario a Blanca Martínez León, realizado en piedra fundida de color blanco y de 6 metros de altura, es obra del escultor Anastasio Martínez Valcárcel, nacido en Murcia en 1941, autor de más de 1.500 obras dentro y fuera de España y con numerosos premios. Esta obra se realiza en 2012, tras la muerte de su hija pequeña, Blanca, con 34 años. También artista, la joven fue víctima de una negligencia médica que acaba con su vida el 28 marzo de 2012 en un hospital privado de Lanzarote. La realización de esta obra, por Anastasio, su padre, es un ejemplo monumental de superación de ese dolor, plasmando en piedra la permanencia en este mundo y su unión con el más allá.
Mejor actividad de puertas abiertas
Lugo
El cementerio municipal de San Froilán presenta una candidatura “en línea con las tendencias europeas y con el fin de acercarlo a la ciudadanía, a los vivos, para alentar y potenciar su disfrute en vida como un como un lugar de paz, tranquilidad, consuelo y reflexión; como un lugar en el que poder disfrutar del patrimonio histórico cultural y observar el rastro de la evolución social a lo largo del tiempo. Pretendemos difundir y potenciar el sentido positivo de la vida, del ciclo de la vida y, como parte de él, de la muerte y del duelo analizado bajo el prisma de la resiliencia, la aceptación asertiva que favorezca la alquimia emocional que transforme el dolor en esperanza, la pena en agradecimiento, en la dicha de haber compartido la vida del que se fue. Todo ello en un entorno donde la contemplación serena del arte y la lectura pausada de las frases filosóficas, de aliento, de consuelo que entre macizos de vegetación salpican el recinto, nos ayuda a la introspección, al viaje interior y a la comunión emocional”. Se realizan actividades culturales y de corte emocional también dirigidas a los niños y las niñas, “intentando integrarlos en este entorno como dueños que son del futuro”.
Mejor iniciativa medioambiental
Teguise. Lanzarote
Según la información aportada, “se quiere recuperar el vía crucis que durante siglos jalonó el camino de difuntos que transcurre desde Tiagua a Teguise, restaurándolo, catalogándolo y haciendo levantamiento fotográfico, cartográfico y descriptivo. La finalidad última del proyecto es salvar las señas de identidad que implica para la historia municipal conservar uno de los antiguos senderos recorridos por los cortejos fúnebres de los distritos del noroeste del municipio en la época en la que el cementerio capitalino de Teguise era el único de la isla, y más tarde, hasta bien avanzado el siglo XX, en que seguía siendo utilizado por los vecinos de Tiagua con el mismo fin. El camino de Las Cruces se sitúa entre Teguise y Tiagua, en la isla de Lanzarote. Recorre unos 6 kilómetros a través del ecosistema protegido de El Jable. En Lanzarote, los muertos eran trasladados a hombros de vecinos o a lomos de camello hasta los cementerios por caminos de difuntos”.
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http://www.revistaadios.es/resultados-concurso2017.html