Las autoridades municipales de la dictadura decidieron vender esas tumbas y trasladar los restos de los "gudaris" a la actual fosa común, aunque el enterrador que lo hizo no eliminó por completo el rastro de sus nombres. En la foto, Markel Olano y Maribel Vaquero el pasado jueves.

La Diputación Foral de Gipuzkoa, en colaboración con otras instituciones, homenaje hoy en Gernika a 82 "gudaris" muertos en la Guerra Civil española, 72 de ellos guipuzcoanos, cuyos cuerpos están enterrados en una fosa común del cementerio de esta localidad vizcaína.
El homenaje, al que está previsto que asistan familiares de al menos la mitad de los fallecidos, incluye el descubrimiento de un monolito con sus nombres para "reconocer el sufrimiento silencioso" de sus allegados durante más de ochenta años, así como "sacar a la luz" la memoria de estos hombres que "dieron su vida en defensa de valores como la libertad y la legitimidad democrática".
Lo dijo el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, durante la presentación del acto en el Palacio Foral, en San Sebastián, junto a la directora de Convivencia y Derechos Humanos, Maribel Vaquero (en la foto).
Según han explicó, el reconocimiento culminará el trabajo de investigación, llevado a cabo por la Diputación en colaboración con instituciones vizcaínas y las asociaciones memorialistas Erkibe y Gernikazarra, sobre lo ocurrido con esos soldados vascos, su origen y la localización de familiares, muchos de los cuales desconocían hasta ahora el paradero de sus seres queridos.
La publicación de un libro, prevista para finales de este año, recopilará toda la información obtenida sobre este grupo de "gudaris", de los que 72 eran naturales de 28 poblaciones guipuzcoanas y el resto de lugares de Bizkaia, Navarra y el País Vasco francés.
 
El enterrador que salvó la memoria
 
Las pesquisas sobre la suerte que corrieron han determinado que eran sobre todo jóvenes que rondaban los 20 años, pertenecientes a los batallones Amaiur, Loiola, Intxarkundia y Saseta, del ejercito organizado por el Gobierno Vasco en la Guerra Civil.
Tras la toma del territorio guipuzcoano por los franquistas, estas unidades se establecieron en la zona de Gernika, sus miembros murieron en la contienda en diversos puntos de Bizkaia y fueron enterrados, en su mayoría durante 1937, en unos nichos con identificación que compró el PNV en el cementerio de la villa foral. Sin embargo, en 1947, las autoridades municipales de la dictadura decidieron vender esas tumbas y trasladar los restos de los "gudaris" a la actual fosa común, aunque el enterrador que lo hizo no eliminó por completo el rastro de sus nombres.
Al homenaje de hoy, además de Olano, está prevista la asistencia de su homólogo vizcaíno, Unai Rementeria, así como el alcalde de Gernika, José María Gorroño, entre otras autoridades.
Sobre las críticas del socialista Denis Itxaso, miembro del gobierno foral guipuzcoano, acerca de la adscripción al nacionalismo vasco de las víctimas del franquismo homenajeadas por la Diputación, Olano ha asegurado que la recuperación de la memoria histórica por parte de la institución tiene "un enfoque plural" y ha recordado los distintos actos celebrados desde el principio de la legislatura. Ha admitido, no obstante, que "es cierto que cuando los 'gudaris' entraron en guerra lo hicieron de la mano de una organización" pero "no tenemos ningún reparo" en organizar cuantos actos de memoria surjan "en la medida en que se tenga conocimiento de otras realidades ocultas" sobre casos de "cualquiera que dio su vida" en aquel tiempo "por los valores republicanos y democráticos".