Publicado: lunes, 18 de febrero de 2013
Los cipreses y los panteones en una foto publicada en La Voz de Galicia.
El cementerio de A Raña, en Marín (Pontevedra), cambiará radicalmente de imagen en cuestión de unos meses tras la tala de todos los cipreses de la ampliación de los años ochenta, según una información que publicaron los medios gallegos hace algunos días.
Se derribarán 141 árboles, distribuidos por todos los bancales de la ladera del cementerio, ya que el objetivo es, al parecer, garantizar al máximo la conservación de los panteones en buen estado. Según la información, las raíces de los árboles amenazan la estabilidad de las construcciones funerarias al colarse por debajo de sus cimientos: “De hecho, en algunos de los bancales se pueden observar a simple vista las raíces por debajo de los zócalos de la fila de panteones”, informan.
La concejala de Medio Ambiente, Marián Sanmartín, manifestó al diario que “los cipreses causan problemas tanto a los cimientos de los panteones como de las tumbas en tierra, ya que las raíces se extienden en un perímetro muy amplio por cada uno de estos árboles. Los propietarios de los panteones se quejan al Concello de los problemas que causan estas raíces. La supresión de los cipreses y su sustitución por “plantas de tipo arbustivo y ornamental”, como las definió la edila marinense, servirá también para mejorar el aspecto general del camposanto. Sanmartín indicó que permitirá reducir la zona sombría en el cementerio, al facilitar la entrada de luz en los pasillos entre los bancales”.
El ciprés tiene una raíces: bien desarrolladas y las secundarias son horizontales, superficiales y alargadas, lo que le permiten anclarse firmemente al suelo.