"El Bosque del Recuerdo", el espacio habilitado por el Ayuntamiento de Bilbao en el cementerio de Derio para el vertido de las cenizas procedentes de la cremación, ha recibido los restos de 196 personas fallecidas desde su creación hace un año.
Se trata de un lugar, inaugurado el 16 de marzo de 2016, en el que los familiares y allegados de las personas fallecidas pueden celebrar una pequeña ceremonia íntima de despedida y disponer de un lugar para el recuerdo y la reflexión.
La concejala delegada del Área de Salud y Consumo, Yolanda Díez, ha hecho un "balance positivo" del primer año de "El Bosque del Recuerdo" y ha dicho que los datos "avalan su utilización y la necesidad que existía de dotar a la ciudad" de un lugar "singular y bonito" como este, según ha informado el consistorio.
En 2016, Bilbao Zerbitzuak, la entidad pública encargada de la gestión de los cementerios municipales, registró un total de 1.411 cremaciones frente a 678 inhumaciones, una tendencia al alza de la incineración que llevó al Ayuntamiento a crear en el cementerio de Derio un espacio específico para esparcir cenizas de las personas fallecidas. Desde su inauguración hace un año, en el lugar se han esparcido las cenizas contenidas en 196 urnas.
Las cenizas se esparcen de manera sencilla. Se realiza en una corona circular alrededor el laurel central. Con posterioridad, se pone en funcionamiento un sistema de agua nebulizada y un sistema de riego para posibilitar la progresiva absorción de las cenizas. Está permitido depositar tanto flores como otros elementos de recuerdo y la urna que contuvo las cenizas en el entorno de la corona circular.
Las personas interesadas en esparcir cenizas procedentes de la cremación en dicho espacio deben ponerse en contacto con Bilbao Zerbitzuak (94.423.10.19), donde podrán concretar fecha y hora de la ceremonia y les detallarán cómo proceder."El Bosque del Recuerdo", que ocupa 900 metros cuadrados, se compone de doce elementos con forma de paralelepípedo rectangular elaborados en chapa, de diferentes tamaños y dispuestos en círculo en la plaza de Nuestra Señora de Begoña, situada en el centro del camposanto municipal.
Como explicaba ayer el propio ayuntamiento en su página web, “Dichos elementos rodean al simbólico laurel que ocupa el centro de la plaza y en torno al cual se ha diseñado un espacio en forma de corona circular para esparcir las cenizas. Este espacio está recubierto de “cortezas de madera” y se ve rodeado por bancos de piedra. Antes de alcanzar dicho espacio de recuerdo, en el camino de acceso, se ubica un hito triangular de chapa perforada, presentando e invitando a acceder al Bosque del Recuerdo. Tanto en los doce elementos que componen el bosque propiamente dicho, como en el elemento de llegada, se incluyen fragmentos de poemas de autores vascos. En concreto en el elemento de llegada se incluye un texto de Gabriel Aresti, y recorriendo los doce elementos en forma de círculo, puede leerse un fragmento de un poema escrito por Xabier Lizardi.
En lo concerniente a la arquitectura de la intervención, cabe destacar que fue una ejecución del Área de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao. Concretamente, el proyecto fue redactado por los arquitectos Alfredo Gatiasoro Manzanedo, que actuó como arquitecto director del proyecto junto a los arquitectos Amaia Arzoz Díez y Gonzalo de la Puerta Llorente”.
Fotografía del Ayuntamiento de Bilbao.