La Policía Foral de Navarra ha detenido a dos hombres de 21 y 54 años, vecinos de Murchante y Castejón, que ayer pasaron a disposición judicial, como presuntos autores de los daños cometidos en los cementerios de Funes y Murchante, donde se rompieron 17 y 9 tumbas, respectivamente.
Los hechos se conocieron el pasado domingo, cuando se denunció que personas desconocidas habían entrado a ambos cementerios y dañado lápidas y ornamentación fúnebre de manera indiscriminada. Aunque está pendiente la valoración final, los destrozos podrían ascender a miles de euros, teniendo en cuenta el material de alabastro, piedra y hierro que fue dañado y sustraído.
Aunque inicialmente se descartó la relación entre ambos actos, por la distancia entre las localidades, ese mismo domingo se inició la investigación desde las comisarías de Tudela y Tafalla, donde agentes de policía judicial y seguridad ciudadana se centraron en la reconstrucción de los hechos.
La información que ha desembocado en las dos detenciones, informa la Policía Foral en un comunicado, se conoció en Funes, donde un anónimo llamó a la Policía Foral al saber, a través de terceras personas, quiénes podían ser los presuntos autores.
Las pesquisas de los policías adscritos a Tafalla se trasladaron para su seguimiento hasta la comisaría de Tudela, donde se ha trabajado toda la semana para localizar el paradero de los supuestos autores de estos actos vandálicos. Finalmente, han sido arrestados en Murchante F.O.L., vecino de la localidad de 21 años, en cuyo domicilio se han recuperado varios crucifijos de los que se investiga su procedencia, y V.R.N., de 54 años, en Castejón, quien ha reconocido los hechos y explicado a los agentes que había arrojado al río Ebro algunos objetos sustraídos en los cementerios. Lo sucedido provocó cierta alarma en los municipios afectados, que convocaron concentraciones de repulsa en las que participaron cientos de vecinos mientras sus ayuntamientos condenaban y denunciaban los hechos.