Publicado: martes, 22 de marzo de 2016
La exposición se organiza en dos salas del auditorio romano, una primera incluye fotografías más intimistas centradas en detalles como los recuerdos depositados por los familiares alrededor de las lápidas, y la otra acoge panorámicas de cementerios de ciudades como Nueva York, Río de Janeiro, Milán, Siena o Dublín. "Los cementerios permiten a quien los visita tener una visión del desarrollo urbano, social, cultural y estético de una cierta cultura", explicó a Efe el artista. Aseguró que en un mundo tan "visitado y fotografiado", los camposantos han permanecido "intocados y son uno de los pocos lugares donde todavía se puede explorar el planeta".
Todas las imágenes son panorámicas realizadas con la intención de que se viera "la ciudad y su actividad, y también el cementerio para combinar la vida y la muerte en un solo espacio donde se confundan, se integren y se complementen". Según el artista, la fotografía que le exigió un esfuerzo extra fue la panorámica del cementerio de Tepic, en México, porque pretendía "captar todo humo de los trenes de detrás (de las lápidas del cementerio) y esperar a que se produjera una combinación de elementos correctos".
Otra de las panorámicas que incluye la exposición captura el Cementerio de Mármol de Nueva York con sus lápidas coronadas por rascacielos como el Empire State Building, y crea así "una situación ambigua" en la que se confunden "las tumbas con los edificios". Para la realización de estas fotografías, confesó que tuvo que permanecer noches enteras encerrado de incógnito en cementerios como los de Siena o Río de Janeiro. "Me cierran todos los cementerios y me quedo allí a dormir porque me apasiono, se me olvida la hora y así puedo realizar una reflexión más profunda, coger luces correctas y que haya ausencia de seres humanos, aunque luego tenga que pedir perdón por haber pasado allí la noche", declaró.
A su juicio, es necesario visitar con mayor frecuencia los cementerios porque son "auténticos museos al aire libre, fundamentales para conocer el lugar que se visita". En este sentido, citó el Cementerio Monumental de Milán que, opinó, "todos sus visitantes deberían conocer por ser uno de los museos más extraordinarios de Italia por su expresión de las artes, evolución de la escultura, arquitectura y manifestaciones pictóricas de los últimos doscientos años".
Al visitar los camposantos de las distintas ciudades, dijo, se puede conocer "el tipo de vida que cada persona tiene dentro de su medio social". "Me he encontrado personas que se dicen reencarnadas y que dicen estar cumpliendo una función, guardianes, médium, y hasta cantautores, como el que vi en Tepic que se dedicaba a acompañar a las familias a cantar a sus difuntos", relató.
Las dos salas en las que se divide la exposición están unidas con una panorámica horizontal que muestra un Cristo que hace de "tren de unión entre el intimismo de la primera sala y el mundo antropológico y cultural de los cementerios en las ciudades de la segunda sala". Todas las panorámicas son impresiones sobre papel de algodón calibradas en una máquina para conseguir gamas de gris "impecables", y están expuestas en "marcos blancos que se camuflan con las paredes", explicó el mexicano.