Publicado: domingo, 14 de febrero de 2016
Días de sobresaltos en los cementerios de Alicante yPonteáreas, en Pontevedra. Lo empleados del alicantino se encontraron en el suelo un saco con restos humanos de un enterramiento de 1970 junto a una muñeca de trapo. Del lugar en el que supuestamente se sacaron los huesos se colocaron dos velas. La policía explicó posteriormente que se había roto la pared de ladrillo lateral del nicho para sacar los huesos de un niño y que la lápida había quedado intacta.
Los trabajadores llamaron inmediatamente a la Policía Local, explicaron ayer fuentes. Según han publicado algunos medios de comunicación alicantinos, los investigadores consideran que esta profanación es una gamberrada más que ningún ritual extraño.
Pero los trabajadores del cementerio de Alicante no están tranquilos. El 6 de enero pasado ya tuvieron otro sobresalto. Se encontraron un ataúd apoyado en el nicho, con el cráneo arrancado, la lápida a sus pies y un cirio presidiendo la estampa. Aquel se trataba de un difunto enterrado en 1992.
Lo ocurrido en Ponteareas ha sido distinto. Esta semana se ha encontrado un corazón en medio del cementerio de esta parroquia pontevedresa. El pasado jueves el párroco informó a la Guardia Civil del hallazgo de un corazón entre las tumbas del cementerio. Un médico que acudió al lugar pudo certificar que no era de un ser humano. El órgano estaba cosido y al abrirlo para saber lo que contenía se encontraron con varias estampas religiosas antiguas colocadas escrupulosamente dentro.
Llueve sobre mojado. En septiembre del 2014 alguien enterró tres corazones de otros tantos animales en el mismo cementerio. Según ha publicado Faro de Vigo sobre este hecho, en aquel caso vario vecinos dijeron que a medianoche había visto la llegada de dos vehículos al cementerio de los que se apearon varias personas con una bolsa y un azadón en mano.