Publicado: viernes, 22 de enero de 2016
El Museo del Prado ha adquirido una preciosa obra para su colección: "La Virgen de la Granada", obra de Fra Angélico (1390-1455). También una tabla de "La muerte de San Antonio Abad", atribuida al mismo pintor hace no mucho. Han sido donadas por el actual Duque de Alba, que las heredó de su familia que las compró en Florencia en 1817. El Museo del Prado ya cuenta con una pintura ejemplar de este autor y de la que hemos hablado en esta página: "La Anunciación".
La "Madonna de la Granada" es una tempera sobre tabla pintada en Florencia a principios del siglo XV. El nombre de la pintura viene de la fruta que sostiene María en la mano, y que su hijo toca con interés: una granada, que prefigura la muerte y resurrección de Jesús. Efectivamente, la granada es un símbolo antiguo relacionada con lo funerario. Es una creencia griega antigua que tomaron los romanos, y el mundo cristiano mediterráneo heredó llegando hasta nosotros. El mito viene de cuando el dios del inframundo Hades raptó a Perséfone. La condición para abandonar el mundo de los muertos era que no hubiera comido nada, pero había probado unos granos de granada. Esa granada va a ser la que la encadena al inframundo: se vio obligada a establecer turnos, unos meses al año los pasaba en el mundo de los muertos, y otros en el mundo de los vivos. El tema de la Virgen de la granada tuvo mucho éxito en Florencia en la época, siendo pintada por otros genios como Botticelli y quizá da Vinci. La inscripción latina de debajo: "verbum caro factum est" nos recuerda que "la palabra se hizo carne". No podemos olvidar que el gran Fra Angélico "nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas" (Vasari).
Ana Valtierra, Doctora en Historia y Teoría del Arte, es colaboradora y responsable en la revista ‘Adiós Cultural’ de las páginas de arte.
La tabla completa donde se puede ver la inscripción "verbum caro factum est".