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Revista Adiós

"The Lancet" publica un estudio que demuestra que cada año nacen 2,6 millones de bebés muertos

Publicado: martes, 19 de enero de 2016

Cada año se registran 2,6 millones de nacimientos de bebés muertos a nivel global debido a los "pocos progresos" realizados para evitar esos casos, según una investigación divulgada hoy por la revista británica "The Lancet".
Pese a las reducciones significativas que se han detectado en el número de fallecimientos de madres e infantes, se han producido pocos cambios en el número de pérdidas fetales pese a que éstas se consideran "evitables". La mitad de todos los nacimientos de bebés muertos ocurren durante el proceso del parto, normalmente tras un periodo de gestación de nueve meses, de acuerdo con el citado texto, denominado "The Ending Preventable Stillbirth".
A nivel global, el 98 % de todos los nacimientos de fetos muertos ocurren en países de rentas bajas y medias, si bien se trata de un problema significativo también en países de renta alta, donde hoy se registran más pérdidas fetales que muertes infantiles. Según estos datos, la tasa anual de reducción de pérdida fetal es del 2 %, mucho más lenta que el progreso realizado para evitar las muertes maternales (del 3 %), y muerte infantil (del 4,5 %).
Los autores del estudio pusieron de manifiesto también las consecuencias "ocultas" que conllevan esas pérdidas fetales, al registrar más de 4,2 millones de mujeres con síntomas de depresión, que con frecuencia dura años, además de las pérdidas económicas en familias y países. "Debemos dar voz a las madres de 7.200 bebés que nacen muertos por todo el mundo cada día", indicó Joy Lawn, de la London School Of Hygiene & Tropical Medicine, encargado del estudio.
Según Lawn, "existe una mala percepción de que muchas de las muertes son inevitables", aunque el citado estudio muestra que "la mayoría" de las pérdidas fetales no tendrían lugar si se aplicasen las medidas pertinentes.
"La mitad de los 2,6 millones de muertes anuales podrían prevenirse mejorando los cuidados de mujeres y bebés durante el parto y, además, podrían salvarse muchas más vidas con cuidados efectivos durante el embarazo", agregó.
Nuevos datos estimados del London School Of Hygiene & Tropical Medicine, la Organización Mundial de la Salud (OME) y Unicef revelan desigualdades enormes por todo el mundo, con India a la cabeza en mayor número de pérdidas fetales, con 592.100 casos registrados en 2015.
 
Los países mejores y los peores
 
Las tasas más altas se dan en Pakistán, con un 43,1 de casos por cada 1.000 nacimientos, y en Nigeria, con 42,9, mientras que los índices menores se detectan en Islandia, 1,3 de cada mil nacimientos, Dinamarca, con 1,7, Finlandia, con 1,7, y Países Bajos, con 1,8.
Países Bajos realiza, además, los progresos más rápidos en prevención de estos casos, al reducir las pérdidas fetales el 6,8 % anualmente, mientras que Estados Unidos es uno de los países desarrollados donde los progresos se dan de manera más lenta, con una reducción anual del 0,4 %.
El estudio analiza también factores de riesgo asociados con esos casos y dice que muchas muertes podrían evitarse tratando infecciones durante la gestación, pues, por ejemplo, un 8 % de pérdidas fetales se atribuye a la malaria en el África subsahariana mientras que un 7,7 % se asocia a las sífilis.
También se evitarían muchos de esos fallecimientos erradicando epidemias globales como se considera ya a la obesidad y a la hipertensión, reforzando el acceso a servicios de planificación familiar, en especial para mujeres mayores y muy jóvenes y afrontando las desigualdades de renta en los distintos países.
 
Efectos psicológicos, sociales y económicos
 
La investigación también pone de relieve los efectos psicológicos, sociales y económicos subestimados de la muerte fetal en los padres, las familias, los cuidadores y los países. Las nuevas estimaciones sugieren al menos 4,2 millones de mujeres en todo el mundo que viven con síntomas de depresión debido a la muerte del feto, que sufren trastornos psicológicos, el estigma y el aislamiento social, así como un mayor riesgo de desintegración de la familia e, incluso, el abuso y la violencia.
Los padres también declaran comúnmente reprimir su dolor y casi la mitad de los 3.503 padres encuestados en los países de altos ingresos sentían que la sociedad quería olvidaran a su bebé muerto y trataran de tener otro hijo. El costo financiero directo de la atención de muerte fetal es de un 10 a un 70 por ciento mayor que para un nacimiento vivo, con costos adicionales para los gobiernos debido a la reducción de la productividad de los afligidos padres y el aumento de los gastos sociales.
El impacto económico de muerte fetal para las familias oscila entre los gastos funerarios para su bebé hasta la pérdida de ingresos debido al tiempo fuera del trabajo, con datos que sugiere el 10 por ciento de los padres en duelo permanecen fuera del trabajo durante seis meses. "Las consecuencias de muerte fetal se han subestimado enormemente", afirma el doctor Alexander Heazell, co-autor del Centro Tommy de Investigación de Muerte Fetal en el Hospital St. Mary de la Universidad de Manchester, Reino Unido.
Aunque en la actualidad existe una importante inversión en la atención y la investigación de los bebés tras su nacimiento, el estudio requiere un mayor enfoque en el bebé antes de nacer, con un aumento de la financiación que refleje la escala de 2,6 millones de muertes al año. Estos expertos argumentan que una atención de alta calidad durante el embarazo y el parto se traduciría en un rendimiento de cuatro veces la inversión para salvar las vidas de madres y recién nacidos, prevenir muertes fetales, así como mejorar el desarrollo del niño.
 
+ INFO
http://www.thelancet.com/pb/assets/raw/Lancet/stories/series/stillbirths2016-exec-summ.pdf