Publicado: domingo, 03 de enero de 2016
Una noticia difundida por la BBC durante esta semana asegura que el gobierno chino ha organizado una competición o concurso entre trabajadores de más de cincuenta crematorios del país para conocer cuál de todos ellos es el que mejor trabaja. Al parecer, y siempre según la información difundida por la emisora británica, la idea parte por la necesidad de racionalizar el uso de la tierra “e inculcar el orgullo nacional en una vocación estigmatizada”. El autor de la noticia también asegura que la información facilitada por los organizadores del concurso han sido muy escasas en los medios de comunicación chinos, aunque sí se ha podido saber que se trataba de valorar las "habilidades operativas técnicas y examinar los conocimientos profesionales". La BBC intentó sin éxito obtener información del Ministerio de Asuntos Civiles de China sobre este concurso.
No obstante, han podido acceder a las normas de la competición que estaba colgadas en la web del ministerio y en el que se enumeraban las normas que se debían cumplir como la preparación del horno, la recepción y cremación del cuerpo, forma de recoger las cenizas, y el estado de los equipos de mantenimiento.
La agencia de noticias china Xinhua también difundió declaraciones de un portavoz de la organización en la que aseguraba que “un aspecto importante para ser un trabajador de la cremación es tener una actitud diligente, y despedir al fallecido de forma pacífica e integral. Los familiares también deben recibir las cenizas de sus seres queridos en tan pura forma posible, tan blanca como el marfil y sin ninguna clase de impureza. Los huesos necesitan ser quemados por completo, manteniendo su pureza blanca, no puede haber ningún tipo de ceniza negra".
Finalmente los tres primeros puestos en el concurso fueron para los empleados del crematorio que trabaja en el cementerio Babaoshan de Pekín.
La noticia también explica las condiciones de trabajo de los profesionales en los hornos incineradores chinos, según algunos testimonios que se han publicado en algunos medios estatales. Estas son las conclusiones según la declaración de un trabajador de un crematorio de Shanghái: “El trabajo no está muy valorado en la sociedad china, hay largas horas de trabajo y dificultades por pasar todo el día en lugares que pueden alcanzar temperaturas hasta 50 grados operando hornos a más de seiscientos, Los turnos son de 10 a 12 horas en cada uno, se pueden recibir hasta 250-260 cadáveres al día ". El testimonio concluye asegurando que “cuando acabamos tenemos que esperar a que el horno se enfríe para limpiarlo. Trabajamos en un horno con diez trabajadores para diez mil incineraciones al año”.