Publicado: miércoles, 21 de noviembre de 2012
El Consejo de Gobierno acordó ayer, 20 de noviembre, inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Monumento, el Cementerio Inglés de Málaga, que data de mediados del siglo XIX y fue el primero que se construyó en España para los extranjeros procedentes de las Islas Británicas.
La Real Orden de Fernando VI del 11 del abril de 1830 dispuso la creación del Cementerio Inglés para solucionar los problemas de enterramiento que planteaba la numerosa colonia británica que se estableció en Málaga, atraída por el auge comercial e industrial de la ciudad.
Ante la imposibilidad de utilizar recintos católicos, esta colonia, mayoritariamente de confesión anglicana, solía realizar sus inhumaciones en la playa durante la noche, con los consiguientes problemas de insalubridad.
El cementerio, ubicado en una antigua zona de jardines al este de la ciudad, alberga los restos de numerosos personajes ilustres o protagonistas de acontecimientos históricos malagueños, entre los que destacan el hispanista Gerald Brenan, la escritora Gamel Woolsey, la economista Marjorie Grice-Hutchinson y el poeta vallisoletano Jorge Guillén.
Uno de los primeros inhumados en este camposanto fue el joven británico Robert Boyd, fusilado en la playa de Málaga en 1831 tras acompañar al general liberal Torrijos en su pretensión de instaurar el régimen constitucional.
También reposan en este lugar, en una tumba colectiva, la tripulación de la fragata alemana Gneissenau, que naufragó al encallar en la costa malagueña en 1900, así como militares norteamericanos fallecidos durante la II Guerra Mundial.
El Cementerio Inglés ocupa un espacio trapezoidal que se ha mantenido inalterable a lo largo del tiempo, sobre un terreno en pendiente y con vistas al mar donde las tumbas y mausoleos funerarios se mezclan con la vegetación.
Entre sus valores artísticos se distinguen los del propio recinto y los vinculados a los enterramientos, fundamentalmente los de lápidas y panteones.