Publicado: martes, 18 de agosto de 2015
La localidad navarra de Lerín rindió ayer por la tarde un homenaje al joven Miguel Ruiz, muerto el domingo en esta localidad navarra al ser corneado por una vaca durante un festejo taurino, con una ofrenda floral y la interpretación de una pieza musical en su memoria. Ha sido el séptimo fallecido.
Miguel Ruiz ha sido el último de las siete personas que han fallecido entre julio y agosto corneadfos por algún astado.
"Aquí estaba todo el mundo que tenía que estar para rendirle homenaje, para acompañar y para mandar este gesto de respeto a Miguel y a su familia", ha señalado, en declaraciones a Efe, Consuelo Ochoa, alcaldesa de este pueblo de 1.706 habitantes, situado a 55 kilómetros de Pamplona.
El acto, que fue calificado por la alcaldesa como "muy emotivo y multitudinario", había sido convocado por la Corporación Municipal en un pleno poco después del fallecimiento del joven, después de suspender la suelta de vaquillas que estaba prevista a esa hora, en señal de duelo.
La colocación de varios ramos de flores y un pañuelo de fiestas, la intervención de la alcaldesa, y la interpretación de la banda municipal de música han conformado el homenaje, que ha tenido lugar a las 19.00 horas, en la misma plaza en la que ayer Miguel Ruiz, de 29 años, fue corneado en el abdomen al resbalar junto al burladero mientras participaba e una exhibición de recortadores.
Hasta el domingo y con la muerte el pasado día 15 de agosto del hombre corneado en el encierro del municipio vallisoletano de Peñafiel habían fallecido seis personas desde principios de julio en algún festejo taurino popular.
Dos hombres han fallecido en julio y cuatro en la primera quincena de agosto.
José Alberto Peñas López, concejal del pueblo vallisoletano de Traspinedo, de 36 años, que participaba en el encierro de las 9.30 y que se vio sorprendido por un giro repentino del animal en el último tramo del recorrido urbano, justo antes de entrar en el callejón que conduce a la plaza.
Un día antes falleció otro hombre, de 32 años, en la localidad de Museros (Valencia) al ser corneado por un toro durante los festejos del "bou al carrer" (versión de los encierros taurinos), sobre las 20:00 horas. La víctima, que no tuvo tiempo de refugiarse detrás de las barreras, fue trasladado al Hospital Clínico de Valencia sin apenas signos vitales, entró en parada cardíaca y falleció. Además, ese mismo viernes falleció un hombre de 55 años que fue corneado el día anterior en un encierro en Blanca (Murcia).
Y el domingo 9 de agosto, otro hombre, de 32 años, falleció tras ser corneado en el cuello en un encierro en Villaseca de la Sagra (Toledo). La víctima grababa con su teléfono móvil y no se percató de que el animal se acercaba.
En julio, el día 5, un hombre de 54 años recibía una cornada en los festejos taurinos de las fiestas de Sant Pere que se celebran en el barrio del Grau, en Castellón. Los servicios médicos del recinto le realizaron una primera asistencia de urgencia en el lugar del suceso, y fue trasladado al hospital General de Castellón con pronóstico grave, donde falleció pocas horas después. Y el día 14, en Pedreguer (Alicante), un turista francés de 44 años perdió la vida tras ser corneado por un toro durante los espectáculos taurinos municipales.