Publicado: lunes, 08 de junio de 2015
Esqueletos en las excavaciones de Oxford (John Moore Heritage Services)
Un equipo de arqueólogos ha descubierto 92 esqueletos cerca del campo de fútbol del Oxford United, que han devuelto a la luz una de las historias más oscuras de esa ciudad inglesa. La historia comienza en el convento de monjas de de Littlemore, fundado en 1100 y clausurado en 1525, y que siempre se vio rodeado de polémica.
De los 92 esqueletos encontrados, al parecer se ha podido confirmar ya que 35 son de mujeres y 28 de hombres, mientras que el sexo de los 63 restantes todavía no se ha podido determinar. Según han explicado los miembros del grupo investigador, también se ha podido confirmar que se trataba de las monjas debido a la posición que tenían algunos de los esqueletos.
Paul Murray (del John Moore Heritage Services) explicó al periódico británico Daily Mail que esa posición era la utilizada para mostrar un acto de penitencia en los muertos para que puedan expiar sus pecados. Avanzó más, dijo que se trataba un tipo de entierro reservado para brujas o pecadores y que la situación de estas tumbas muestra el deseo de que permanecieran “cerca del corazón de la iglesia”.
Según Murray explica en el diario todos esos datos corresponden con las monjas de Littlemore que fueron acusadas de comportamientos "inmorales y lujuriosos".
Se refiere el investigador a la historia publicada en libros de la zona en la que se señala incluso que la última madre superiora, Katherine Wells, fue acusada de tener un hijo ilegítimo con el sacerdote de Kent al que solía visitar. A ella se le atribuye el 'mérito' de la mala reputación de su orden, que tal como recuerda Eileen Power en su obra ‘Conventos medievales ingleses’, era considerado uno de los peores de los que se tienen datos.
La información publicada por Daily Mail no tiene desperdicio. Asegura que no fue la única monja cuyo comportamiento se salió de las normas, en el último año antes de la disolución del convento, otra de ellas tuvo un hijo con un hombre casado de Oxford. A sus actos impuros hay que unir el mal estado de sus instalaciones, ya que existen registros de 1445 que describen las habitaciones del convento como 'tan ruinosas que las monjas tenían miedo de dormir en ellas', lo que las llevó a compartir cama entre sí, además de saltarse otras tantas normas de la congregación, como la prohibición de comer carne, algo que hacían casi a diario en el refectorio.
En 1524, Thomas Wolseym, Lord Chancellor, recomendó tras una visita cerrar la institución, que se transformó en una granja y que ahora servirá de terreno para un hotel. Muchos de los esqueletos encontrados muestran signos de enfermedad, incluida lepra, y el equipo de arqueólogos también ha encontrado un ataúd con los restos de un recién nacido.
La madre superiora
Según el libro de W.H. Page, ‘Historia del Condado de Oxford’, el historial de la Madre superiora Katherine Wells no se limita sólo a su hijo ilegítimo, sino que también habría robado joyas y objetos de valor del convento, además de castigar de forma demasiado severa a sus compañeras cuando criticaban su mal comportamiento, tal como denunció Edmund Horde, del obispado de Lincoln, que acudió a visitar a las monjas por su mala reputación. Como resultado Wells fue destituida de su cargo y se dejó a las monjas sin ninguna aportación económica. Pero esto no hizo que la antigua madre superiora dejara de protagonizar escándalos. En otra visita que recoge el libro de Page, la realizada por el Obispo Atwater, se descubrió que la antigua Madre superiora no había cesado en sus malos hábitos, ya que seguía maltratando a las monjas, llegando incluso a pegar puñetazos y patadas a una de ellas. Ella se defendió acusando a su compañera de 'juguetear con chicos en el claustro'.
En 1518 cesan los registros coincidiendo con la clausura del convento. La única parte que se mantuvo en pie fue la parte pública, que en 2013 fue destrozada por un grupo de vándalos que acudían a un partido de fútbol. Además del equipo de Paul Murray, investigadores de la Universidad de Reading analizarán ahora los restos descubiertos para aprender más sobre este tipo de entierros.