El hombre más longevo de España, con 110 años, falleció el pasado lunes, a dos semanas de cumplir los 111 en Blanes, municipio gerundense donde había nacido y donde residía, según informa el ayuntamiento de esta localidad.
Joaquim Illas, conocido por el apodo de Falet, vivía muy cerca de la vivienda en la que nació, en el centro urbano de este municipio de la costa gerundense.
Illas residía con su familia y su apodo respondía al diminutivo del nombre de su padre, Rafel, convertido en su caso en Rafelet o Falet.
Era el mayor de cuatro hermanos y su primer oficio fue en una empresa de fabricación de alpargatas, al igual que su progenitor, quien también trabajaba de pescador. Falet estuvo ocupado como mecánico y también empleado en otro negocio antes de emigrar un año a Burdeos (Francia), donde reparó barcos como tornero. Sobre 1950, después de años en fábricas y talleres, Joaquim Illas se dedicó de lleno a la tienda familiar y, en 2014, fue pregonero de la fiesta mayor de Blanes a petición popular.