El arquitecto Vittorio Gregotti, fallecido hoy a los 92 años, contribuyó a dibujar la montaña olímpica de Barcelona y el paisaje urbano de Italia, que le recuerda como uno de los padres de la arquitectura moderna por sus diseños de líneas rectas y su idea de urbanismo.
Gregotti estaba ingresado en la clínica milanesa San Giuseppe y ha muerto por una pulmonía agravada por el coronavirus.
La noticia de su muerte la dio precisamente otro de los grandes arquitectos de la contemporaneidad, Stefano Boeri, para quien era "un maestro de la arquitectura internacional", pero también un "ensayista, crítico, editorialista, polemista y hombre de Estado".
Gregotti nació en 1927 en la ciudad piamontesa de Novara y de joven trabajo en la fábrica textil de su padre en esa ciudad, junto a su hermano Enrico, dos años menor, y se licenció en Arquitectura en 1952 en el Politécnico de Milán.
Tras sus estudios se mudó a Estados Unidos, en concreto a Boston, Nueva York y Chicago, donde entró en contacto con otras grandes figuras como Mies van der Rohe y conoció la obra de otros muchos como Frank Lloyd Wright. Pero es a Milán a la que estuvo y estará siempre vinculado.