24 de noviembre de 2024
Andrés Cassinello, teniente general del Ejército y hombre clave en los servicios de inteligencia en España durante la Transición, falleció el pasado miércoles, 20 de noviembre, en Madrid a los 97 años.
Cassinello (Almería, 1927), fue jefe del SECED, los servicios secretos antes del nacimiento del CESID en 1977, y posteriormente pasó a dirigir los servicios de información de la Guardia Civil.
Fue clave en la vuelta a España del presidente de la Generalitat Josep Tarradellas, en la legalización del PCE, en la operación Galaxia que frustró el golpe de Estado de 1978 y en la lucha contra ETA.
Fue cesado como jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil en 1986 por un artículo de prensa en el que cuestionaba la actuación de la prensa y del Parlamento (sobre todo diputados comunistas) en relación con la Guardia Civil.
En 1988 fue promovido a teniente general y el 22 del mismo mes fue nombrado por el Consejo de Ministros capitán general de la V Región Militar Pirenaica Occidental (Castilla, País Vasco y Navarra), cargo que ostentó hasta que en 1991 pasó a la reserva activa.
Años después, el 7 de mayo de 1996, el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que instruía el sumario Oñaederra sobre los primeros atentados mortales de los GAL, lo imputó junto a los generales Sáenz de Santamaría y Rodríguez Galindo por "indicios no inverosímiles" en los hechos.
El juez le imputó por considerar la existencia de indicios de su participación en la formación en 1983 de un grupo de los GAL en el cuartel de Intxadurrondo, de San Sebastián, y lo mantuvo en esa condición tres años antes de levantarla por falta de indicios.
En 2007, junto a un grupo de íntimos colaboradores del expresidente Adolfo Suárez, fue uno de los fundadores de la Asociación para la Defensa de la Transición (ADT).