Just Jaeckin, el director de la película erótica Emmanuelle (1974), ha fallecido a los 82 años tras una larga enfermedad, según informó este miércoles la prensa francesa.

El director de la que fue la película más vista en Francia en el año 1974, de la que se vendieron cerca de 9 millones de entradas y se mantuvo en la cartelera de los principales cines de París de forma ininterrumpida durante trece años, falleció ayer en su casa de Bretaña rodeado de su familia, que anunció hoy la pérdida, según recoge el portal especializado Cinemanía.

Emmanuelle cuenta las aventuras sexuales de una joven francesa interpretada por Sylvia Kristel de viaje por Bangkok. Debut en el cine de Jaeckin, que hasta entonces se dedicaba a la fotografía, la película se rodó en Tailandia y adaptaba un libro homónimo, escrito por Emmanuelle Arsan y publicado en 1959.

El filme, exponente clave del erotismo softcore, acabó convirtiéndose en un fenómeno social con secuela al año siguiente (de nuevo protagonizada por Kristel) y decenas de copias, plagios, influencias y reutilizaciones de su título. La Emmanuelle original tuvo un dilatado recorrido mundial tras su éxito en países como Japón y Estados Unidos, donde a pesar de ser calificada como película X fue un éxito comercial que ayudó a remontar un importante bache económica a su distribuidora, Columbia Pictures.

Jaeckin, nacido en Vichy en 1940, comenzó su carrera como fotógrafo de moda en los años 1960, cuando trabajó para revistas como ELLE, Marie Claire o Vogue. Era además propietario de una galería de arte en París junto a su esposa, Anne Jaeckin, escultora.

Después de Emmanuelle, Jaeckin trabajó en otras películas eróticas como Historia de O (1975), adaptación de la novela homónima de Dominique Aury que contó con Corinne Cléry y Udo Kier como protagonistas. El resto de su filmografía prosiguió consagrada a los dramas estilosos con alto contenido carnal, con títulos como Madame Claude (1977), Hombre objeto (1978) o Cuatro chicas (1980), aunque sin obtener una repercusión comparable a la de Emmanuelle, elevada a estatus de culto generacional.

El amante de Lady Chatterley (1981), su reencuentro con Sylvia Kristel para adaptar el clásico literario de D.H. Lawrence, fue el último proyecto cinematográfico con fuste de Jaeckin, que en resto de su carrera solo dirigió un largo más, Gwendoline (1984), antes de diluirse en el mundo de la publicidad impresa y audiovisual, así como de la escultura.