viernes, 26 de abril de 2024
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Revista Adiós

Julio Jiménez, relojero y ex ciclista.87 años

10 de junio de 2022

 Julio Jiménez, relojero y ex ciclista.87 años

Roberto Jiménez

El año que Federico Martín Bahamontes se convirtió en el primer español en ganar el Tour de Francia (1959), debutó en el profesionalismo Julio Jiménez Muñoz, apodado 'El Relojero de Ávila', fallecido este miércoles en su ciudad natal y que junto al 'Águila de Toledo' puso en hora al ciclismo español.

En tan sólo una década (1959-1969), Jiménez fue el Rey de la Montaña en el Tour en tres ocasiones (1965/1966/1967) y otras tantas en la Vuelta a España (1963/1964/1965) para acuñar, junto a Bahamontes, el sello de escaladores que desde entonces distinguió al ciclismo español hasta la eclosión, en 1991, de Miguel Indurain.

Los relojes de Ávila no dieron la hora este 8 de junio en señal de luto por la muerte de uno de sus vecinos más populares y entrañables, de trato afable, abierto, simpático y dicharachero que le granjeó numerosas amistades y le abrió las puertas como comentarista invitado en algunos medios de información.

De oficio relojero, hizo honor a su prosapia abulense, una de las provincias más montañosas de España con una decena de cotas que rebasan los 2.000 metros y, por encima de todos, el Almanzor, cuna de escaladores de prestigio que abrió Julio Jiménez y continuaron Ángel Arroyo -en los años ochenta-, José María Sastre -en los ochenta- y ya, con el nuevo siglo, Carlos Sastre, vencedor del Tour en 2008.

Veintitrés victorias en una década con el maillot de los mejores equipos de su época (Faema, Kas, Ford y Bic) jalonan una trayectoria cimentada desde su facilidad como escalador, pese a lo cual Jiménez no pudo rebasar el muro contra el que chocó su vehículo, este pasado martes y que, veinticuatro horas después ha provocado su muerte en un hospital de Ávila.

Entre los 25 y 35 años firmó un segundo puesto en el Tour (1967), un cuarto en el Giro (1966) y un quinto en la Vuelta a España, un palmarés que la ciudad de Ávila agradeció con la dedicatoria de una calle con su nombre, trazada en cuesta como las que tantas veces subió a lo largo de sus diez años de trayectoria.

 

Su tardío debut, a los 25 años, unido a su temprana calvicie le procuró la imagen de un ciclista más mayor de lo que realmente parecía. Corredor de raza, Julio Jiménez respondió al paradigma de escalador tradicional, con una anatomía esquemática, reducida a la mínima expresión, delgada y musculosa.

El Ayuntamiento de Ávila declaró tres días de luto oficial en memoria de Julio Jiménez, cuya capilla ardiente quedó instalada en el Palacio Caprotti, y las banderas de los edificios municipales han ondeado a media asta. Efe.