jueves, 12 de junio de 2025
Enalta
Revista Adiós

‘Torpedo’ Müller, futbolista. 75 años

16 de agosto de 2021

Gerd Müller, que tenía el sobrenombre de “Torpedo” por la cantidad y la contundencia en la ejecución de sus goles con el Bayern Múnich y la selección nacional alemana, falleció ayer domingo a los 75 años.
"Fue el mejor delantero de todos los tiempos. Sin él el Bayern y la selección alemana nunca hubieran alcanzando la carrera de éxitos que han tenido. Toda Baviera llora a este modesto hombre de éxitos", resumió el primer ministro de Baviera, Markus Söder.
Tenía una demencia diagnosticada en 1974 que le mantuvo apartado del público en la última etapa de su vida.
Nacido en 1945 en Nördlingen, en Baviera, ingresó en el Bayern en 1964 y marcó toda una era en ese club, que dejó en 1979. Como internacional de su país fue campeón de Europa en 1972 y del Mundo, dos años después.
Hasta hace unos pocos meses, seguía siendo el récord absoluto de goles en una temporada liguera (40 tantos, en 1971/1972). El pasado mayo le destronó el actual delantero estrella del Bayern, el polaco Robert Lewandowski, al marcar 41.
Müller disputó 607 partidos oficiales con el club bávaro y marcó 566 goles para el club. Solo en partidos ligueros logró 365 tantos, lo que redunda en su expediente de máxima efectividad torpedera.
Con la camiseta nacional disputó 62 encuentros y suyo fue el gol que le dio el Mundial a Alemania frente a Holanda, el último que marcó como internacional.
Tras ganar cuatro ligas con el Bayern y cuatro copas alemanas, Müller dejó su club de toda la vida para irse a la liga estadounidense a terminar su carrera en el Fort Lauderdale Striker.
Pasó unos años en Estados Unidos, ya retirado. Fue una etapa algo difusa, la estadounidense, ya que trató de empezar una vida nueva, fuera del fútbol, pero sin encontrar su rumbo. Abrió un restaurante, no funcionó. Combatía la apatía con el alcohol, hasta que finalmente regresó a su país, en 1984.
Tampoco ahí se adaptó a la inactividad futbolística. Jugaba algún partido como veterano, pero no logró apartarse de la botella.
Continúo su lucha contra el alcoholismo en una clínica de Murnau, a 70 kilómetros de Múnich, por consejo de Uli Hoeness y mediación de algunos veteranos del Bayern asimismo retirados. Se integró tras la terapia en los equipos técnicos del Bayern.
Los últimos tiempos, con la demencia diagnosticada, los pasó envuelto en su mundo, sin apenas comer y prácticamente todo el día tumbado en la cama, según relataba su mujer, Uschi Müller, en una entrevista al popular diario "Bild", cuando cumplió los 75 años, el pasado noviembre.