jueves, 22 de mayo de 2025
Enalta
Revista Adiós

Badajoz

Cementerio de Fuentes de León

La fosa de las botas con tachuelas

A veces, la historia de un pueblo no está escrita en los libros, sino enterrada en silencio, esperando ser contada. En el cementerio de Fuentes de León, bajo la tierra, hay una de esas historias que conmueven por su sencillez y por su verdad. Una historia que forma parte de nuestra memoria y que, con el tiempo, ha ido saliendo a la luz con el respeto y la serenidad que merece.

En 1936, durante los primeros meses de la Guerra Civil, Fuentes de León fue ocupado al mando del capitán, Ernesto Navarrete Arcal. En los días siguientes, cerca de noventa vecinos fueron ejecutados y muchos de ellos fueron enterrados en fosas comunes, dentro del propio cementerio. Durante décadas, esos cuerpos permanecieron allí, sin identificación ni reconocimiento.

Con los años, y debido a los trabajos por la recuperación de la memoria democrática, se iniciaron exhumaciones en distintas zonas del cementerio. Fue en una de esas intervenciones donde apareció algo que marcó a todos los presentes. Junto a los restos de al menos diez hombres, se hallaron unas botas de cuero, endurecidas por el paso del tiempo, con las suelas llenas de tachuelas.

A partir de ese momento, esa fosa fue conocida como La fosa de las botas con tachuelas. No fue un nombre buscado, simplemente surgió, porque esas botas hablaban por sí solas. No hacían falta más palabras.

Eran las botas de los hombres del campo, de los que madrugaban para cuidar el ganado o trabajar la tierra, de los que subían por los caminos pedregosos del cerro al que llamaban “La Patada de Dios”. Eran botas hechas para resistir. Y durante años, su sonido fue parte del día a día del pueblo. Ese golpeteo firme, metálico, que se escuchaba al atardecer, cuando los hombres regresaban a casa, se convirtió en una señal de rutina, de vida, de hogar.

Hoy, La fosa de las botas con tachuelas es parte de la historia viva de nuestro cementerio. Y aunque no sepamos sus nombres, estas botas nos hablan de ellos. De sus pasos, de su trabajo y de su lugar en la historia de nuestro pueblo.

Por eso, creemos que esta historia merece ser reconocida. Porque pocas veces unos restos, unas botas gastadas y un trozo de tierra, han dicho tanto, sin pronunciar una sola palabra.

Con estas candidaturas queremos poner en valor un lugar muy especial para nuestro pueblo. Un espacio cuidado con cariño, lleno de historia y significado. El cementerio de Fuentes de León merece ser conocido y reconocido.


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