lunes, 07 de octubre de 2024
Enalta
Revista Adiós

Toledo

Cementerio de Talavera de la Reina

CERÁMICA PARA NO OLVIDAR.

LA MUERTE, hecho inevitable, sobre el cual el hombre ha elucubrado con diferentes interpretaciones, según culturas, según momentos….

Estas interpretaciones quedan plasmadas en el levantamiento de construcciones funerarias que nos trasmiten a través de sus esculturas, de sus imágenes, de sus adornos….. emociones, sentimientos, miedos….

Cuerpo/ alma , mortalidad/ inmortalidad. Confrontación del ser humano, ante el pánico de desaparecer, el anhelo de sobrevivir. La última morada, el sepulcro, con la que se llama la atención de los vivos en un deseo de perdurar en la memoria y de ser recordados, de no caer en el olvido.

Talavera de la Reina, “ Ciudad de la Cerámica”. Su historia conocida data desde la época del Imperio Romano. De la Reina... María de Portugal, como regalo del Rey Alfonso XI de Castilla en 1328. De la Cerámica…. trabajada durante cinco siglos, considerada Bien de Interés Cultural con la categoría de bien inmaterial por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha en 2015 y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2019.

La cerámica talaverana tuvo un gran auge en el siglo XVI y XVII gracias a Felipe II, que la puso de moda entre los poderosos de la época y concedió a sus alfares el privilegio de exportación a lo largo y ancho del gran Imperio, donde “ nunca se pone el sol”. Posteriormente, ya en el siglo XIX hubo una verdadera explosión de este arte de barro milenario, que artística y antropológicamente podemos observar en la cerámica funeraria que persiste en nuestro Cementerio Municipal.

Cementerio... unas veces extramuros, otras cohabitando con los vivos, y otra vez desterrados los finados de las urbes. Existe en el Archivo Municipal de este Municipio una Real Orden de 1828 que permitía seguir enterrando en las Iglesias hasta que se realizara un cementerio permanente. Cuatro eran los cementerios existentes en 1880, y cinco las huertas destinadas a enterramientos en diferentes conventos.

La construcción del actual Cementerio Municipal, fue aprobada en el año 1882, e inaugurado en 1884 por el alcalde Justiniano Luengo. Se utilizó en su recinto restos de una de las puertas del primer recinto amurallado de la ciudad, la Puerta de Mérida. En la puerta principal , construida de forja se puede leer el año 1883, y como no, símbolo identitario de la ciudad, se plasma su cerámica. 

Proponemos presentar nuestra candidatura a mejor cementerio teniendo en cuenta la singularidad de las unidades de enterramiento con nuestra extraordinaria cerámica, con todo su valor artístico, histórico, cultural y social.

Alfar Nuestra Señora del Carmen. Niveiro.

En 1849 se funda el Alfar Nuestra Señora del Carmen por parte de Don Juan Niveiro Page. La tradición ceramista pasa posteriormente a su hijo Emilio Niveiro Gil de Rozas en 1881 y en 1919 al hijo de este Emilio Niveiro Romo.

No es el último Niveiro en dedicarse a la cerámica, el alfar pasa a manos de Emilio Niveiro Díaz, que tiene que constituir una cooperativa junto a los trabajadores en 1949. En 1961 se desvincula del alfar para emprender un nuevo proyecto con el alfar La Nueva Menora.

La cerámica con los Niveiro, lleva la firma de “Talavera Niveiro”, pero en 1961 pasa a llevar “El Carmen Talavera”. La cooperativa funcionó como tal hasta 1998, y desde entonces y hasta la actualidad está en manos de un nuevo propietario.

Alfar Nuestra Señora del Prado. Ruiz de Luna.

En 1908, Juan Ruiz de Luna Rojas junto a Enrique Guijo, y varios socios más, pusieron en marcha la nueva fábrica Nuestra Señora del Prado, recuperando formas y temas de la vieja producción talaverana renacentista y barroca con un sello de calidad .

Juan Ruiz de Luna Rojas, natural de Noez ( Toledo) fotógrafo y pintor, y Enrique Guijo, pintor y ceramista sevillano. La cerámica Renacimiento, sus características, diseños y colores salieron del alfar ‘Nuestra Señora del Prado’ de Ruiz de Luna, Guijo y compañía durante los primeros años del siglo XX.

Sus comienzos fueron difíciles, inicialmente quisieron emprender proyecto con Niveiro, pero no llegaron a un acuerdo. Empezaron a formar personal, y consiguieron comprar un molino para arcillas y una prensa de azulejos que tenían arrumbada en la antigua cerámica de la Moncloa en Madrid. En lo administrativo también se encontraron con las trabas del alcalde, cercano a Niveiro.

En 1915 el alfar pasa a ser propiedad exclusivamente de Don Juan Ruiz de Luna. En 1942, Don Juan Ruiz de Luna traspasa la industria a sus hijos creando la sociedad Ruiz de Luna S.L. finalmente, el Alfar cerró en 1961.

Alfredo Ruiz de Luna, nieto de Juan Ruiz de Luna Rojas, en 1981, abre un taller de cerámica en Madrid, labor que ha sido continuada desde 2013 por su sobrino Juan Ruiz de Luna.

La cerámica de Ruiz de Luna tuvo alcance internacional por su calidad y belleza. Ya desde sus inicios, se comenzó a forjar una colección privada, y en el momento actual, son objeto de deleite en el Museo Ruiz de Luna de Talavera de la Reina.

Como no podía ser de otra forma, este arte ceramista, también se encuentra reflejado en el arte funerario, que es lo que queremos exponer en esta presentación.

IMAGEN EN RELIEVE DE RUIZ DE LUNA.

Se representan dos ángeles adolescentes que proceden de las victorias griegas mirando a la sepultura, y que ejercerían de ángeles custodios.

Aunque la sepultura está muy deteriorada, se puede aprecian en la vestimenta, en escote y mangas una greca griega.

Esta placa data de 1926. 

 

SERIE AZUL Y BLANCA IMITANDO LOS COLORES DE LA CIUDAD. NIVEIRO Y RUIZ DE LUNA. 

Ambas placas con dibujo azul cobalto sobre vidriado estannífero, típico de la primitiva loza española talaverana.

Placa de Ruiz de Luna, de limpios trazos, adornada greca de acanto. El acanto en la antigua Grecia tenía un simbolismo de inmortalidad y de refrigerio. 

Esta greca rodea a una virgen llorando, lágrimas de María signo de su amor por todos sus hijos. Son un llamamiento al abandono del camino del pecado y del mal; un llamamiento a la misericordia y compasión con nuestros hermanos, en este caso por el difunto que yace bajo su mirada. La segunda placa está firmada por Niveiro en 1964. Se observa un Cristo bendiciendo, rostro severo, que no es puramente un pantocrator, pues no lleva en su mano izquierda las Sagradas escrituras. Su mano izquierda se dirige al corazón espinado, Sagrado Corazón, herido por nuestros pecados pero que ama para librarnos de nuestros pecados

 

 IMAGEN EN RELIEVE FIRMADA POR MAVE. 

Esta firma se crea en 1969 por cuatro trabajadores precedentes de la fábrica de Ruiz de Luna ( Mariano, Alfonso, Vicente y Emilio), con adornos vegetales donde también encontramos la hoja de acanto.

Aparece blanca, inmaculada, la Virgen María sosteniendo con sus dos manos al niño Jesús, uno de los símbolos principales de la cristiandad. 

AZULEJERÍA RENACIMIENTO.

Colores azules, amarillos y naranjas y motivos florales repujados con hojas de acanto.

Firmado por Ruiz de Luna.

La sepultura data de 1949, cuando el Alfar estaba en manos de los hijos del fundador.

 

 

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