domingo, 25 de mayo de 2025
Enalta
Revista Adiós

Abaurrea Alta

Navarra

ElMuseo–Cementerio–Laberinto de Abaurrea
Alta“Abaurregainako Hilarriak” se rige desde 2016 bajo una óptica totalmente biófila y respetuosa con el medioambiente, respetando la biodiversidad y transmitiendo nuestro “amor a los seres vivos” a nuestros visitantes.

Al estar ubicado en un pequeño pueblo del pirineo navarro de poco más de 100 habitantes no contamos con gran presupuesto municipal para su apertura ni mantenimiento y recae en el voluntariado. No obstante, desde su reapertura en 2016 hemos comprobado que nuestro
patrimonio–cultural y natural–es un recurso valioso capaz de conectar al visitante con el medio despertándole una serie de sensaciones intelectuales, emocionales y cognitivas durante el recorrido lúdico por el laberinto.

Nuestro cementerio cuenta con 4 espacios diferenciados: Laberinto, jardín, pasarelas y roquedo. En todos ellos se aprecian diferentes especies de flora y fauna. Todos ellos se mantienen utilizando para ello medios manuales que no contribuyen a la contaminación acústica y nos permite un trabajo de precisión con el fin de no dañar a ninguna especie.

Además de las labores de jardinería, conservación de las piezas, investigación de la colección de estelas y difusión, los voluntarios realizan labores de estudio e investigación de la flora y fauna presente en el cementerio con el fin de conocerlas mejor y compartir esta información con el visitante, la información obtenida nos permite adecuar el calendario de labores de jardinería al ciclo vital de estas especies.
Tenemos una actitud alegre y vitalista, enfocamos nuestro trabajo hacia una mayor conciencia de cuanto nos rodea y realizamos pequeñas acciones para fortalecer un mensaje integrador de las especies. Muchas de estas propuestas no llegan a término por falta de medios o las características del lugar pero constantemente se realizan ensayos y se descubre cuales son viables midiendo los resultados.
Estas acciones concretas han sido:
En 2016 se prohibió el uso de herbicidas, recortadoras eléctricas y desbrozadoras en todo el recinto y se estandarizó el uso de herramientas
manuales (tijeras de poda y guantes).
Resultado: Se ha asegurado la integridad de las estelas y se ha minimizado el número de animales muertos. Las plantas crecen sanas y aumentó la presencia de pájaros, caracoles y mariposas. Los vecinos y visitantes agradecen el silencio.

En 2017 se añadieron 5 especies (3 vegetales y 2 animales) al catálogo esquematizado de la colección de estelas que entregamos a los visitantes. También se incluyeron 2 compostadoras para gestionar mejor los sobrantes vegetales en el proceso de jardinería.
Resultado: Muchas de las personas que vienen no sólo buscan las estelas en el laberinto, también buscan las especies descritas. Se ha reducido el nivel de aversión a las arañas por parte de algunos visitantes y cuando ven una la miran atentamente para ver si es la descrita en la guía.

En 2018 se organizó un certamen fotográfico con el lema “un cementerio muy vivo”, los participantes fotografiaron parte de la biodiversidad del cementerio y las mejores obras recibieron un pequeño premio.
Resultado: Recibimos más de una veintena de trabajos fotográficos de los visitantes. Al ver el anuncio del certamen a la entrada del museo, muchos de ellos aprovecharon la ocasión para prestar atención a toda la vida “escondida” en nuestro cementerio. Una pareja llegó a visitar el Museo en diferentes épocas para comprobar los cambios que se daban en las especies vegetales.

Este 2019 hemos  conseguido reducir los residuos vegetales poniendo a la venta los excedentes de algunas especies ornamentales.
Hemos incluido algunas cartelas en la zona del jardín con especies presentes en el cementerio y códigos QR para conocer más sobre ellas (a razón de una lámina con 4 nuevas especies al mes) y se ha colocado un pequeño refugio para caracoles.
Este año se han añadido dos servicios guiados más que ofrecemos desde el Museo: a la Iglesia de San Pedro y al Monte San Miguel, en las tarifas de estos servicios se incluye un porcentaje que repercute directamente en los vecinos que mantienen estos espacios y en el medio (las feligresas que limpian la iglesia y la conservación preventiva de las ruinas de la ermita de San Miguel), pues hemos detectado que raramente el sector turístico beneficia económicamente a quienes mantienen el paisaje y creemos justo recompensar su esfuerzo.
Resultado: los visitantes pasan más tiempo en la zona del jardín indagando sobre las especies presentadas, algunos niños pasaron de gritar por ver un escarabajo de nariz sangrante y volvieron al punto donde lo habían visto para atender mejor a sus detalles, también les encanta “rescatar caracoles”. Varios visitantes adquirieron especies vegetales (violetas y ophiopogones) y me mantienen al día de cómo se han habituado a su nuevo hogar.
Se han hecho algunas salidas al monte San Miguel, con ellas el público ha mostrado su sorpresa interés por algunas plantas y animales que hemos visto, han conocido mejor la historia del pueblo y se han obtenido las primeras aportaciones para estabilizar la ruina de la ermita.

El reconocimiento del Museo de Estelas – Abaurregainako Hilarriak como “mejor iniciativa medioambiental” viene apoyado, no por una acción concreta y puntual que se diluye en el tiempo, si no por una trayectoria que se ha afianzado en el tiempo poniendo en valor no sólo los recursos culturales, también los naturales, con los que cuenta el cementerio. Creemos que desde 2017 (año en el que se presentó esta misma candidatura y se quedo en segundo puesto) se ha avanzado a pasos agigantados en la dirección responsable y consecuente con el medio en el que habitamos.
Aunque los vecinos se empiezan a sentir orgullosos de su cementerio parroquial, siguen teniendo algunos malos hábitos en el cuidado del medio ambiente.
Pensamos que ser premiados como mejor iniciativa medioambiental nos situará como ejemplo de buenas prácticas en la comunidad y servirá para mostrar que otro modo de actuar es posible; desechando malos hábitos y buscando una fórmula respetuosa con el medio y la comunidad mediante la actitud, el enfoque y la constancia necesarios.


 


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